2019, patada y hasta nunca
El año pasado ya me despedía del 2018 calificándolo de annus horribilis , y resulta que lo peor estaba aún por llegar. Después de un año y pico en el hospital, nos tocó despedir a Papá un infame 28 de Febrero, y sinceramente... aún no nos hemos recuperado. No voy a entrar en detalles, porque solamente ya escribiendo estas líneas se me empañan los ojos... Con todo, y por tercer año consecutivo, he decidido seguir buscando las cosas buenas de todas las situaciones, y apuntarlas en mi diario de cosas buenas cada noche. Nuevamente tengo muchas cosas por las que dar las gracias este año... aunque haya sido triste. Para ir abriendo boca voy a empezar con un párrafo extraído directamente del post del año pasado, porque sigue siendo verdad absoluta, y no tengo mejores palabras que las de entones para describirlo: tengo que dar las gracias a la gente que contra viento y marea se ha quedado a nuestro lado. A los que estaban y se quedaron, los que no esperábamos, y a toda la gen...