Chez Agnes

De camino a casa, de pronto, un escalofrío. Una sensación de tristeza profunda... sin motivo. Una certeza. Una esperanza. 5 minutos después... la llamada. Y mi paso que se detiene... como el tiempo. Un instante. Tan repentino. Tan inesperado. Aprieto el paso, y camino deprisa. Las lágrimas ganan la carrera en el ascensor. Te echaremos de menos. .

Leyendo el Telva en el nº 29, de espaldas al trayecto y con Katy Perry de fondo en el Ipod, visualizo un vestido negro entallado cortado a medio muslo y escote asimétrico rematado con una flor fuxia en el hombro. A juego, unos zapatos fuxias de tacón y plataforma pep-toe que sin duda no me costaría encontrar esta primavera si me atreviera a buscarlos, a tenor de las tendencias por venir. Corro y busco un papel en el abismo que es mi bolso, antes de que la inspiración se disipe y, al no encontrarlo, hago las veces con los recorte sobre alojamiento para mi curso de moda de este verano. ¿casualidad? no lo creo. Señales no ignoradas. .

Hey there sailor! Looks like navy isn't on reserve for nautical use alone any longer. If you’re not afraid of making a statement, here’s your clue: navy nail polishes are this season's next big "it" nail. Apparently, it’s the high fashion go-to colour for nails, or so says Chanel. As it already happened with black (which is no longer a goth-meaning sign, but an ultra chic synonym, a trend I decided to embrace from the very beginning, and that hasn’t left me ever since November), this trend looks like it’ll be here for a bit, so why not hop on it and try out a blue polish? I’m already wearing my cheap Maybelline version as I type this (bought only yesterday) and I have to say… it’s definitely cool. A totally lust-worthy shade of deep, inky navy blue, that looks exactly like the sky at midnight. I know, I know… sounds risky. But I’m all about fashion-risking these days… So I say, go have fun and try this look. Say hello to inks and indigos, which are richer alternatives

Rumores, rumores… Que se mueven rápidos como el viento, y crecen como la espuma. Rumores, rumores… Que explotan como la pólvora, y son incontrolables como el tiempo. Ay, los rumores! Ni aún comenzando como bromas dejan de crecer. Más de uno hoy en la ofi pensaba que me casaba… y va a ser que no, salvo que sea con el aire, claro está, algo que veo del todo poco factible. A ver… que no me caso. Todo fue porque en el viaje de las niñas de la ofi a París, a alguna se le ocurrió decir en el viaje de ida que íbamos de despedida de soltera de una servidora. A este respecto, hubo mensaje del azafato (“señoras y señores, a continuación pondremos a la venta una serie de artículos libres de impuestos como perfumes, joyería… si quieren, pueden aprovechar el momento para comprar un regalo a Agnes, que se casa en breve y ha venido de despedida de soltera con sus amigas este fin de semana, y que se encuentra en algún lugar del avión”), felicitaciones varias de los viajeros allí presentes, y salida de

Llevaba tiempo sin pasarme… casi yo diría que desde la época de Harry Potter (qué tiempos, aquellos), y juro que esta vez intenté resistirme. No hice caso a todas aquellas amigas extranjeras que me decían que lo leyera. Ignoré los mensajes de recomendación que venían desde Canadá y Austria, entre otros lugares. Me resistí a pensar que una historia de vampiros pudiera tener semejante atractivo… Cuan equivocada estaba. Sábado 6 de Diciembre: En una doble sesión de cine surgida de la improvisación, acabo viendo “Crepúsculo” con la Opositora en un cine al lado de casa (ver crítica 7 de diciembre). Es el comienzo, y puedo sentirlo nacer mientras se desenvuelve el argumento. No wonder está siendo una de las películas más taquilleras del año… no es sólo por el protagonista (que para qué engañarnos, pálido y todo está tremendo), es la historia, el conflicto… para cuando salen los créditos yo ya tengo ganas de más. No pasará mucho tiempo (apenas un par de minutos, lo que tardo en llegar al