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Mostrando entradas de enero, 2009

Travelling for work...

I’m just gonna say right away, whoever came up with the idea of early morning flights, it would be in their best interest to not cross paths with me today. What am I supposed to do? Wake up at 2 am? Go zombie? Or just catch my zzzs at the airport? Ok, I know... It’s none of your business. So, today…I mean, this morning… Okay, tonight… whatever... I went to Bilbao to see one of my new clients. Nice meeting, some pretty useful information (one piece good news, even), some presents (hihihihi), and back to Madrid. Nothing major... just something I have to do from time to time, which helps getting out from the rutine. So yeah... good thing. Even if it means a hell of a hard and exhausting week afterwards. .

Decisions, decisions...

Entre tanto ir y venir, con el cambio de año, las reflexiones de despedida al 2008 y con necesidad de ubicarme en mi propio mapa personal, reflexionaba sobre la naturaleza de las decisiones en la vida. Y es que, como ya sabéis los asiduos a estos lares, estoy viniendo a pensar últimamente que hay que dejarse llevar mucho más, y no empeñarse tanto en tomar una decisión. Tengo una naturaleza tendente a la obsesión, a querer saber qué va a pasar y cómo, para poder tomar la mejor decisión. Pero recientemente he descubierto que a veces es mejor retirarse, escuchar el viento pasar y esperar a que desde el sosiego de su observación él mismo te diga qué hacer, que para eso viaja raudo entre las corrientes. Voy descubriendo que el secreto de las decisiones correctas está en la sabiduría de saber encontrar el equilibrio entre controlar tu destino y dejar que él te guíe, entre saber lo que quieres y descubrir lo que te conviene (como dice un conocido: te conviene - viene contigo). A veces esto úl

Australia

Pues, bueno… como ya he dicho antes, ayer fui al cine a ver Australia. Primera impresión: la película es laaaaaaaaaaaaarga, laaaaaaaaaaaarga. Como un día sin pan. No me disgustó, pero tampoco me entusiasmó. Como ya digo, algo larga, y en algunos casos, vaga, como con poco contenido. Encima, el parecido con Pearl Harbour era tal, que a veces dudabas si algunas escenas eran las mismas. Argumento: En el norte de Australia, justo al comienzo de la II Guerra Mundial, una aristócrata inglesa hereda una propiedad para la cría de ganado vacuno en Maryland. Cuando el dueño del 99% de las tierras para el mismo fin se le pone en la cabeza quedarse con la propiedad, la susodicha decide unir fuerzas con un vaquero cochambroso y algo vulgarote para conducir a sus 1500 cabezas de ganado hasta el puerto, atravesando una vasta cantidad de terreno para conseguirlo. El argumento lo completan una historia de amor a la antigua usanza (aquí uno de los parecidos con PH), y otra sobre un niño mestizo que pond

Borracheras juveniles...

A veces una se sorprende de la decadencia a la que puede llegar la juventud. Dios, parezco una abuela hablando. ¡Pero es que es totalmente cierto! Algunas veces una se lamenta de ser joven, siente vergüenza ajena de algunas de las cosas que ve… como ayer por la tarde. Yendo camino del cine (crítica cinematográfica más adelante), al ir a coger el autobús en la parada siguiente a la mía (100mts de distancia en línea recta), me topé con un grupo de quinceañeros esperando en la parada, armados de bolsas de plástico y copas varias. Algunos estaban vestidos de traje (supuso que aún no se habían acostado, y eso que eran las 7 de la tarde), otros de calle, normal, algo quinquis. Pensé entonces, ilusa de mí, que estaban simplemente haciendo botellón en la parada. Pero no. Con la llegada del bus, cogieron sus bártulos y, sin mucha educación, empezaron a subir al vehículo. Uno de aquellos chavales, empujó sin muchos miramientos a otra pasajera que entraba antes que él. Ni se disculpó. Bastante te

Feliz 2009

Día 1 de enero, día de bienvenida al año que sabe como un domingo cualquiera. Aunque sea Jueves. Pasé una Nochevieja tranquila. Eso como todos los años, con la diferencia que éste, Papá estaba de guardia. A la gente que se lo cuento en el curro le asombra, e incluso incomoda la idea. Lógico… no saben que ya va para 25 años que estas cosas ya no afectan. Así pues, cambiamos la tradicional fondue por aperitivos y variedades de sushi (genial idea, mamá!) y un trocito de esa tarta de zanahoria que me vuelve loca. Y una botella de lambrusco a pachas entre las dos. Eso, eso también. Uvas con Ramonchu. Otra tradición inevitable. Me las comí todas, no sin esfuerzo, no porque las uvitas de mastercard no fueran lo suficientemente claras, sino por el amasijo moscatel que me quedó al sonar la última campanada. 2:00 AM, Agnes a mimir, y a soñar con los angelitos y con los deseos para el 2009. .