Recomendaciones de Agnes: El sonido de un tren en la noche

Allá por Abril, en pleno confinamiento y con más penas que alegrías en nuestras vidas, descubrí como autora a Laura, la dueña de una de las librerías más especiales de Madrid, la librería de Amapolas en Octubre en la calle Pelayo. Fue con su libro del mismo nombre, una historia intimista y auténtica de la que os hablé en este otro post.

Animada por aquella experiencia, y tras vivir entusiasmada la cuenta atrás para su publicación en junio, me lancé a la lectura de otra de sus novelas, protagonista del día de hoy: El sonido de un tren en la noche. Menos mal que me animé, porque fue otra de esas bonitas historias que me sacaron un poco de la rutina en el confinamiento...

La novela cuenta la historia de Clementina, una muchacha cuya vida no es lo que parece y que guarda un sorprendente secreto. Predestinada a una vida de riquezas y lujos por nacer en el seno de una familia adinerada y de buena posición, el destino le tiene una puñalada guardada, que truncará su vida por completo y la invitará a huir de ella. A su alrededor, y por las decisiones que toma y los viajes que realiza, conoceremos a varios personajes que le ayudaran a cumplir su sueño, y cumplirán los suyos con ella. 

Una de las cosas que más me gusta de esta novela, es que cada uno de sus protagonistas lleva "su mochila", como me gusta decir a mí. Circunstancias de la vida que les han hecho ser quienes son, pero que los mantienen atados en sus garras y les evitan florecer y ser libres. Es a través de un largo viaje y de la mano de Clementina que tanto ella como sus compañeros conseguirán que sus respectivas huidas tengan sentido, de una forma y otra.

Una cosa que he descubierto leyendo a Laura (y no sólo en sus libros, sino también en sus RRSS), es que el motivo por el que conecta tan bien con la gente es porque sabe contar historias, y además, las cuenta desde el corazón. Es fácil sentirse identificada en sus personajes porque son imperfectos, sufren y son felices de una manera que no nos es ajena en absoluto, y por eso es tan fácil cogerles cariño. Así que os animo a que os paséis a verla por su fantástico rinconcito en la Calle Pelayo, o si os da un poco de miedo todavía esta nueva anormalidad, visitéis de forma virtual la librería y os hagáis con cualquiera de sus  novelas. Prometo que no os vais a arrepentir.

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