DIY: Una diadema con velo


Como os decía el miércoles en el post de inspiración, desde que hace un par de años viera los primeros tocados y diademas con velo, estaba obsesionada con hacerme algo así. Empecé haciéndome un gorro de lana con velo, inspirada en mi visita a Londres, y he acabado cumpliendo mi deseo con la diadema esta semana.

El motivo de que me la acabara haciendo yo ha sido bien simple: no había manera de encontrar algo sencillo que se adecuara a mis necesidades a un precio razonable. Lo siento, pero no contemplo gastarme 100€ en una cosa tan sencillita... así que me puse manos a la obra.

¿Nos metemos en faena?

Materiales

Ya veis que pocos, y sencillos:
  • Un velo de rejilla
  • Una diadema
  • Alfileres, aguja e hilo
  • Paciencia


Hay muchos tipos de velo de rejilla, pero yo os recomiendo que utilicéis uno con la dibujo grande, más que nada porque si es muy tupido, no podréis ver, y será la mar de incómodo. Los velos con mosca (los lunares gordos) son de lo más ideal, y al igual que la opción más simple se encuentran en una amplia variedad de colores.

En cuanto a la diadema, podéis comprarla forrada o sin forrar, dependiendo de vuestras necesidades. Eso sí, si os inclináis por la segunda opción, tendréis que forrarla vosotros, puesto que es importante que tengáis algún tipo de superficie donde coser el velo.

Elaboración

Lo primero es extender el velo y quitarle los dobleces, ya que en la mayoría de los casos las tiendas los tienen doblados, y queda marca.

Algo que yo no hice, pero que en retrospectiva sí haría, es cortar un poco el velo por uno de los extremos de manera trapezoidal, de acuerdo con la medida de la diadema que vas a utilizar... una distancia algo mayor que si circunferencia, para que luego se frunza y haga bonito. Yo no lo hice y acabé con más velo del necesario en los extremos.

A continuación hay que ir introduciendo por el extremo de la diadema el velo por los agujeritos, cambiando de lado para que quedo fruncido, como en zigzag. Esta es la parte más delicada porque tienes que mantenerlo sujeto o acabará saliéndose todo, sobre todo al principio.


Una vez que lo tienes todo metido en la diadema, céntralo. Procura que queda algo más arrugado en el centro, para que te de volumen y no te quede tan pegado a la cara, porque suele ser incómodo.

Una vez que tienes esto hecho, lo mejor es probárselo, para terminar de ajustarlo. Con la ayuda de los alfileres ve marcando puntos estratégicos donde darás las puntadas. Aprovecha para ajustarlo más o menos en los laterales, dependiendo de cuánto quieras que "vuele" sobre tu cara, o si lo prefieres más ajustado.


Cose a la diadema donde has marcado con los alfileres con hilo del mismo color del velo, para garantizar que no se mueva... ¡¡Y ya lo tienes listo!!

Aunque lo habéis visto en la foto de portada del post, os enseño cómo quedó el mío con el look completo de la boda...


¿Quieres uno y no te apetece hacerlo?

Me ofrezco para tejeros un beanie con velo o haceros una diadema como ésta. Sólo tenéis que mandarme un mensaje al correo que aparece en la parte superior del blog, y estaré encantada de recibir vuestros encargos.



Puedes seguirme también a través de

Comentarios

Entradas populares de este blog

Recomendaciones de Agnes: “La Canción de Aquiles” y “Circe” de Madeline Miller

La aburrida alfombra de los #Oscars 2016

Bienvenido Diciembre