Érase que se era una pequeña fruta llamada fresa. La comían los romanos (que la mencionaban en sus escritos), se atrevieron a cultivarlas siglos después, pero al final, por muy ricas que estuvieran y lo bien que olieran, seguían siendo bastante pequeñas y poco productivas. No fue hasta que los europeos se fueron a hacer las Américas que descubrieron que el tamaño sí que importa, y que era posible encontrar estas fantásticas frutas en un tamaño algo más productivo. Fue el Sr. Fréizer el que descubrió los fresones, frutos del tamaño de nueces de otra especie del Nuevo Mundo que crecía en Chile, y se los trajo a Francia en S. XVIII. Pues fenomenal, estaréis diciendo todos. Un bonito resumen sobre la historia de la fresa… ¿pero qué tiene que ver exactamente con las Pineberries (o Piña-fresas)? Pues muy sencillamente, pasó que desde que los fresones llegaron a la Bretaña francesa de manos del Sr. Fréizer (qué nombre más idóneo, no?), decidieron hacer algo de turismo, y cruzaron El Ca...
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