Planes de Domingo en Londres: Desde Little Venice hasta el Big Ben
Como ya os comenté en el post de los 5 Sentidos dedicado a Londres, tengo la intención de publicar durante las próximas semanas itinerarios de diferentes zonas de Londres, por si os pueden servir de ayuda o inspiración de cara a un próximo viaje.
En este caso, se trata de un recorrido que os llevará todo el día, y que es ideal para estos días con más sol. Encontraréis más fotos sobre él en la carpeta del viaje que crearé en el Facebook de Chez Agnes para la ocasión, y que irá aumentando a medida que vaya haciendo post, con los links correspondientes al blog.
Little Venice
Metro Maida Vale, Bakerloo Line (marrón)
Little Venice es un pequeño gran secreto Londinense, perfecto para un día de primavera u otoño en que luzca el sol, pues se trata de un paseo muy agradable con el que entretenerse un domingo cualquiera.
Esta pequeña zona se encuentra en el barrio de Maida Vale, cuyo foco principal es la piscina triangular formada por la confluencia de dos canales: Gran Union y Regent’s, antiguamente utilizados para el transporte de mercancías a través de la ciudad. Esta pequeña piscina ofrece un ambiente agradable y es un sitio ideal para ir con niños pues una de las barcazas allí aparcadas es un teatrillo de títeres flotante - The Puppet Barge - , que hará las delicias de los más pequeños.
La pequeña Venecia inglesa es colorista y pintoresca, con sus largas y estrechas barcas pintadas de vivos colores y, en algunos casos, cubiertas de flores… se trata de peculiares casas particulares, por lo que ofrecen un espectáculo curioso frente a las casonas señoriales de las orillas.
Si en vez de caminar prefieres navegar, desde la piscina se puede coger un Waterbus – con parada en el zoo de Londres o el barrio de Candem – o alquilar un barco por horas, aunque yo creo que la primera opción es mejor. En nuestro caso, preferimos seguir caminando a orillas del canal y disfrutar del día. Además, hay varias posibilidades según a dónde quieras ir después:
- Hacia el Oeste Siguiendo el Grand Union Canal, llegarás a Kensal Green y Notting Hill
- Hacia el Sur - Sheldon Square y Paddington Waterside, una animada y moderna zona de oficinas, tiendas y bares junto a la estación de Paddington
- Hacia el Este - Siguiendo el camino para caminantes y ciclistas, te adentrarás más de lleno en el ambiente de Little Venice, es el que seguimos nosotras
Lamentablemente no se puede ir continuamente por el canal, hay que subir un poco y seguir la verja que lo rodea – ya os he comentado que es una zona de viviendas privadas -, pero la vista a ambos lados es ideal: a la derecha el canal, y a la izquierda las bonitas casas típicamente inglesas de 2 pisos de aspecto señorial, tipo georgiano. Llegar al Café Laville, sobre uno de los puentes que atraviesa el canal, marca el final de la zona privada. Desde ahí hay que desviarse un poco y caminar por una zona industrial y de edificios más modernos que nos harán perder el canal de vista durante un rato. Sin embargo, volver a él es fácil gracias a las indicaciones que se encuentran, por lo que pronto llegamos de nuevo a sus orillas.
Regent's Park
Tras la zona industrial, a unos 30 minutos andando, se encuentra una zona muy verde con enormes casonas con inmensos jardines que limitan con el canal… son espectaculares, y el preludio a nuestro primer destino “en seco” el Regent’s Park. Seguir el canal nos hubiera llevado al London Zoo, pero nosotras decidimos girar a la derecha (hay que buscarse un puente primero) y adentrarnos de lleno en el parque, conocido por ser uno de los más grandes de la ciudad y una de las localizaciones principales de la película “101 Dálmatas de Disney”.
Casi por error, pues buscábamos una salida próxima a dónde íbamos, nos metimos en una de las zonas más bonitas del parque, los Jardines de Queen Mary, plagados de rosas espectaculares de los más vivos colores y con nombres súper peculiares. Merece mucho la pena pasar por aquí cuando están en plena floración… es una rosaleda preciosa. Además hay otro tipo de flores de jardín inglesas, y peonías al natural… yo jamás las había visto así, fuera del ramo, y añadieron su encanto a mi ya amor por ellas anterior. Atravesándola, y siguiendo el riachuelillo, nos hizo gracia encontrarnos con arte acuático en forma de macetas flotantes… ya veis en las fotos los vivos colores que no desentonaban en absoluto con el parque.
Trafalgar Square
Nuestra siguiente parada fue la hamburguesería Byron (tenéis la dirección al final del post), que mi amiga, viviendo en Londres desde hace un par de años, quería enseñarme por su buena relación calidad-precio. Desde luego, fue la parada idónea después de toda una mañana andando y con el objetivo de seguir caminando por la tarde: las cantidades son generosas, el servicio agradable, y las hamburguesas de fantástica calidad. La decoración también es molona… así que, totalmente recomendable.De ahí caminando caminando en apenas 10 minutos llegamos a Trafalgar Square, donde nos esperaban, no sólo los leones, sino la National Gallery, donde hicimos una paradita para ver una exposición especial sobre el descubridor del impresionismo… una colección preciosa de mi época favorita de la pintura, cargada de hits de maravillosos colores que nos hicieron soñar – aunque fuera entre la marabunta de gente que también la visitaba – con paisajes y bailes de otra época.
Por cierto... curiosidad de la plaza. ¿Sabéis los animales que acompañan a los leones? están justo en las escaleras de la National Gallery... resulta que los cambian cada 6 meses. He visto bulldogs, gallos y ahora esqueletos ¿qué será lo siguiente?
Westminster
Una vez salimos de la National Gallery, sólo hay que caminar en línea recta para llegar a uno de los edificios más representativos – y mi favorito del mundo mundial – de Londres, el Big Ben, en el barrio de Westminster… son unos 10-15 minutos andando, y si tienes la suerte de que haga sol, las vistas son imponentes, pues el dorado del reloj brilla con intensidad, y es una verdadera preciosidad en contraste con la piedra.Los que queráis, podéis aprovechar para visitar Westminster Abbey – muy recomendable con audioguía, pues como todas las iglesias, esconde sus secretos- o incluso caminar hasta los Churchill War Rooms… yo no los he visto, pero mi amiga sí, y dice que impresionan. Al parecer, una vez acabó la Guerra Mundial, los bunker donde se refugiaba el Gobierno de Churchill fueron abandonados y sellados, con lo que se encuentran en el estado mismo en el que quedaron tras declararse el fin de la Guerra, una mirada a través del tiempo a las costumbres de otra época.
Una vez tomadas las fotos de rigor (teniendo en cuenta mi amor por el edificio, os comento que fueron muchas, muchísimas), nos dirigimos a la estación de Embankment, donde además de coger varias líneas de metro, existe la posibilidad de tomar la línea marítima hasta Greenwich, que es donde nosotras vivíamos. El paseo, si el día es bueno, es espectacular.
El barco está totalmente acristalado – si es invierno, aclimatado también – y ofrece unas vistas estupendas desde el río de todo Londres… una forma perfecta de cerrar un día. Os dejo algunas de las fotos que tomé, para que os hagáis una idea.
*Direcciones*
Byron - Proper Hamburgers
11 Haymarket
London SW1Y 4BP
Reino Unido
Churchill War Rooms
Clive Steps
King Charles Street
London SW1A 2AQ
Reino Unido
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