Las mieles de la competencia
Esta mañana, una sorpresa inesperada en la cocina: Estrellitas, de Nestlé. De pronto, una ilusión que me embarga y, con dieta y todo, allá que voy, entusiasmada.
Relleno una tacita, y me voy más contenta que unas castañuelas a mi sitio.
Y ahí disfruto, como una enana. Como la enana que fui, que era, con las últimas Estrellitas que degusté. Creo que fue con ellas con las que me inicié en el mundo de los cereales... que seamos sinceros, nunca han sido mi fuerte, hasta ahora.
Pero con ese picar, ese primer puñadito... me transporto por unos segundos a aquella época de tazones de colores (el mío rallado, con mi nombre, y de cerámica), Nesquik y Estrellitas blanditas para merendar...
Ay! las mieles de la competencia. El sabor de la infancia. Los recuerdos de entonces...
.
Relleno una tacita, y me voy más contenta que unas castañuelas a mi sitio.
Y ahí disfruto, como una enana. Como la enana que fui, que era, con las últimas Estrellitas que degusté. Creo que fue con ellas con las que me inicié en el mundo de los cereales... que seamos sinceros, nunca han sido mi fuerte, hasta ahora.
Pero con ese picar, ese primer puñadito... me transporto por unos segundos a aquella época de tazones de colores (el mío rallado, con mi nombre, y de cerámica), Nesquik y Estrellitas blanditas para merendar...
Ay! las mieles de la competencia. El sabor de la infancia. Los recuerdos de entonces...
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