Ya os conté el otro día lo repequeñito que es el mundo… lo que no os dije es lo curioso que es también. Cuando Petit Robert preguntó a R. (que trabaja en Mundo K conmigo) si me conocía, éste le contesto que sí, que yo era una chica rubia mogollón de simpática.
¿Rubia? No no no.
Rubia no, castaño claro, en todo caso. Castaño oscuro en realidad, cuando no llevo mechas. Y no me sirve que digáis que en la foto de aquí parezco rubia, porque teniendo en cuenta que tiene intensificación en colores flúor no vale como referencia. ¡¡Hombre ya!! Con lo que yo siempre he fardado de típica mujer española, de cadera ancha y melena oscura… esto es un auténtico atropello.
Belle, que es muy cachonda ella, dice que ahora me va a llamar "Rubia peligrosa”, o “Catblond”, y yo, que la rondo en el cachondeo y en humor satírico, le he preguntado muy seria que sólo si va acompañado de uniforme justiprieto de cuero y látigo a lo Catwoman… ella , además de estar buena, es junto con la mala de Blancanieves y la Bella Durmiente de las villanas con más glamour.
Miau...
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