The Pineberry o la fabulosa y asombrosa historia de la Piñafresa
Érase que se era una pequeña fruta llamada fresa. La comían los romanos (que la mencionaban en sus escritos), se atrevieron a cultivarlas siglos después, pero al final, por muy ricas que estuvieran y lo bien que olieran, seguían siendo bastante pequeñas y poco productivas. No fue hasta que los europeos se fueron a hacer las Américas que descubrieron que el tamaño sí que importa, y que era posible encontrar estas fantásticas frutas en un tamaño algo más productivo. Fue el Sr. Fréizer el que descubrió los fresones, frutos del tamaño de nueces de otra especie del Nuevo Mundo que crecía en Chile, y se los trajo a Francia en S. XVIII. Pues fenomenal, estaréis diciendo todos. Un bonito resumen sobre la historia de la fresa… ¿pero qué tiene que ver exactamente con las Pineberries (o Piña-fresas)? Pues muy sencillamente, pasó que desde que los fresones llegaron a la Bretaña francesa de manos del Sr. Fréizer (qué nombre más idóneo, no?), decidieron hacer algo de turismo, y cruzaron El Ca...
Comentarios
he entrado hoy para ver tu análisis del día después de House y ¡no está! Es un chantajista emocional y un caprichoso... ojalá no fuera tan encantador.
Por otro lado, ¿¿¿¿¿¿¿cómo demonios te tragas un palillo mondadientes??????? Y a todo esto casi sin que te des cuenta, como si fuera un chicle, y no lo es, porque:
1. Pincha
2. No hace el giro de la boca a la garganta (lo he probado, total, según lo que entendí de House con que no me lo monte en el coche ya vale para siga el camino de la naturaleza). (Vale, no, es broma, no lo he probado, no os asustéis - pero si a veces me cuesta tragarme en Gelocatil, imagínate un palillo largo con pincho).
Moraleja de ayer: No te metas cuerpos extraños en la boca y no te lo montes en un coche.
Besos