#ChezAgnesWritings: bajo el edredón

No me lo podéis negar: No hay nada como la sensación de quedarse en la cama los fines de semana de invierno, acurrucada calentita bajo el edredón, aislada del frío que se ha acumulado en el dormitorio durante la noche. Ojalá pudiera embotellarla. Para mí es un  momento de absoluta comodidad y tranquilidad, donde el mundo parece haberse detenido por completo.

Bajo el edredón me siento envuelta en un cálido abrazo, y cada minuto que pasa es más difícil animarse a asomar un pie fuera de la cama… sólo el pensar en el golpe de frío que me asaltará en cuanto lo haga – seguido de un escalofrío por todo el cuerpo – hace que me cueste más aún salir del cobijo en el que me encuentro. 

Si es una de esas mañanas de invierno grises y ventosas, la sensación es aún mucho más placentera. Se puede escuchar el viento soplar fuera, golpeando las persianas, pero dentro todo es calma y silencio. Para mí es el momento perfecto para dejar que la mente divague sin rumbo fijo. Nada de planes. No hay prisa, no hay obligaciones, solo el placer de estar en un lugar cálido y seguro. Es un pequeño lujo que hace que los fines de semana de invierno sean tan especiales.

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