#ChezAgnesWritings: Vuelta a casa

Se le escapa un gemido al abrir la puerta de casa, momento en el que el peso del día parece caerse por fin de pleno sobre sus hombros. No es que haya sido un día especialmente largo, pero sí intenso, con un montón de pequeñas cosas que se han ido acumulando a medida que avanzaba el día.

Cierra suavemente la puerta y camina hacia la habitación, lista para quitarse los zapatos y los anillos. Este pequeño ritual siempre le produce cierto sosiego... es como su forma particular de dar por cerrado el día, al menos esa parte que transcurre fuera de las cuatro paredes de la casa.

Camina por el pasillo y se desploma en el sofá con otro gemido, cerrando los ojos y dejándose llevar por el silencio. Cada parte de ella se siente lastrada por una fuerza invisible que la mantiene sumergida en el sofá y sin ninguna intención de levantarse. Inspira y espira, una y otra vez, regulando lentamente su cuerpo e intentando recuperar la calma. Mantiene los ojos cerrados e intenta escuchar los diferentes sonidos que se producen en el complejo de apartamentos donde vive, como mantra de relajación, y así, sin apenas darse cuenta, se queda dormida en el sofá.

Es bueno estar de vuelta a casa tras un largo día. 

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