Recomendaciones Chez Agnes: Las Hijas de la tierra de Alaitz Leceaga
Éste ha sido sin duda uno de mis libros favoritos del verano, me ha tenido enganchadísima durante los 2-3 días que tardé en leerlo.Una historia que tiene magia, mujeres fuertes, tradición y ejemplos de cómo hemos evolucionado desde s. XIX en términos de feminismo, cuando las mujeres - especialmente si eran pelirrojas - estaba rodeadas de un estigma que las hacía parecer inútiles y malignas para todo lo que no fuera tener hijos y servir.
¿De qué va "Las Hijas de la Tierra"?
Esta novela se trata de una historia ambientada en La Rioja, allá por 1889, en la que tres hermanas: Gloria, Teresa y Verónica ven cómo sus vidas dan un giro de 180º cuando su destino llama a la puerta y empiezan a descubrir todos los secretos que se esconden en el lugar en el que viven: la finca de “Las Urracas”. Es entonces cuando van a tener que luchar contra todas las adversidades que se les van a ir presentando para alcanzar aquello que les corresponde, una tarea harto complicada teniendo en cuenta que viven en una tierra gobernada por el miedo al diablo y de las que ellas parecen ser su representante.
Viviremos sus desventuras desde que son sólo unas niñas hasta que alcanzan la madurez, haciendo frente a enemigos propios y extraños, y adentrándonos en una época fascinante por su mística; todo ello en un entorno tan cruel como maravilloso: el de los viñedos.
¿Qué es lo que más me ha gustado?
Leer relatos sobre mujeres fuertes que tratan de salirse del corsé marcado por su época, pero sin resultar inverosímil es siempre bienvenido. Últimamente hay un montón de relatos feministas, pero muchos de ellos pecan de querer ser demasiado... no sé cómo decirlo, vehementes, lo que hace que sus protagonistas pierdan toda la credibilidad.
Siempre me encantan las historias con un punto mágico, en el que la tradición y el folklore se entremezclan como parte de la historia de la zona donde discurre el relato. A lo largo de la novela, la autora nos desvela muchos secretos que se van desgranando poco a poco y que nos explican el comportamiento de algunos de los personajes. Esto no sólo hace que la trama te vaya enganchando cada vez más, sino que sus personajes sean mucho más profundos.
Otro de los puntos fuertes de la autora es su manera de describir el entorno donde sucede la novela, que me ha hecho viajar los viñedos a través de sus páginas, una de las cosas que más me gustan de los libros.
¿Y lo que menos me ha gustado?
Al contrario de lo que os decía de las mujeres de la historia, el antagonista de Las Hijas de la Tierra, Rafael, es bastante plano y su presencia es más testimonial que otra cosa. Es el malo malísimo, pero es tan obvio, que resulta cansado.
Lo mismo les sucede a otros personajes masculinos (esta vez con un carácter más amigable) en la novela, que resultan un poco "pegote" por lo poco desarrollados que están... me hubiera gustado conocerles un poco mejor.
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