#ChezAgnesWritings Golpe de realidad
Temporal. Todo, todo, incluso lo mejor (sobre todo lo mejor), es temporal.
Sólo tenemos unos cuantos años para actuar como humanos, y hacer todas esas cosas que nos hacen especiales y diferentes al resto de las especies…
Y precisamente por eso, porque todo es temporal, hay que disfrutar de todas estas cosas, vivirlas al máximo, incluso las más arduas y dolorosas, porque tampoco durarán para siempre. Son humanas y son experiencias: La inseguridad. La angustia. La confusión. La alegría. El placer. El riesgo… todas experiencias que merece la pena experimentar, porque, aunque algunas veces no lo parezca, no se pierde nada si nos ayudan a aprender algo. Suena a discurso barato de automotivación (y algo de eso hay), pero la realidad es que nuestra disposición a fracasar es proporcional al potencial para ganar y crecer.
Y lo cierto es que el reloj no se para. Nunca. La realidad es que lo único de lo que nos arrepentiremos es de no habernos esforzado más por conseguir las cosas que realmente queríamos cuando aún las teníamos delante. Cuando todo era posibilidad.
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