Fotógrafos con estilo: Edward Steichen

Aunque no soy ninguna experta, me gusta mucho la fotografía... por eso me esfuerzo de vez en cuando por traeros mis descubrimientos, para compartir con vosotros imágenes inspiradoras, y que tanta falta nos hacen con lo que está pasando en el mundo estos días.



Hoy quería hablaros del trabajo de Edward Steichen, considerado en el mundillo como uno de los precursores de la fotografía de vanguardia y de la fotografía publicitaria, sentando las bases de la fotografía moderna.
 

Una pequeña biografía...

Edward Steichen,por Philippe Halsman, Magnum Photos, 1959.

Edward Steichen nació en Luxemburgo el 27 de marzo de 1879, aunque desde muy pronta edad se trasladó a Estados Unidos, donde vivió casi toda su vida.

Su trabajo como fotógrafo comenzó a los 16 años, aunque se desarrolló en otras disciplinas, como os cuento más adelante.

Durante la Primera Guerra Mundial fue fotógrafo en el ejército americano y dirigió la sección de fotografía de los marines durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1923 trabajó para las revistas de moda Vanity Fair y Vogue. Para estas publicaciones retrató a artistas tan importantes como La Garbo (de la que hizo unas fotografías increíbles), Picasso, Marlène Dietrich o Chaplin. Su trabajo era tan especial y particular que muchos lo consideran el padre de la fotografía glamour, y de hecho lo convirtieron en el fotógrafo mejor pagado de su época.



En 1947 fue nombrado director de la sección de fotografía del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).

Durante toda su vida, Edward Steichen luchó para que la fotografía fuera reconocida como una manifestación formal de arte. 



Un hombre completo...

Steichen era un hombre con muchas inquietudes, fruto de su educación escolar en bellas artes, y su posterior trabajo en una empresa de tipografía y reproducción litográfica.



Más adelante viajó a París a estudiar pintura cuando era muy joven, lo que le peermitió desarrollar una carrera en las dos disciplinas, pintura y fotografía.


Cuando volvió a Nueva York se hizo galerista junto con Alfred Stieglitz fundando la galería 291, donde se expusieron algunos de los pintores más relevantes de la época.

Pero no sólo se limitaba a pintar y fotografiar.  Durante toda su carrera llevó a cabo heliogramas con papel japonés, y utilizaba técnicas como el difuminado de los contornos y otras manipulaciones fotográficas para conseguir efectos artísticos muy distintos y originales. 





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