Para sentirse mejor
Por eso, quiero recomendaros unos pequeños consejos para, al menos durante un rato, os sintáis mejor. No se trata de buenos propósitos para el Año Nuevo (me aburren y espantan a partes iguales), sino de tener una lista de cosas a las que recurrir cuando todo vaya a peor y parezca que el mundo se te viene encima.
Disfruta de los amaneceres.
(O al menos de alguno de vez en cuando).
De alguna manera, te dan la sensación de que algo nuevo comienza. Piensa que es el comienzo de un nuevo y más fuerte tú. Igual que el sol sale de la oscuridad para alumbrar el día, tú también puedes empezar de nuevo.
Arte y creatividad son tus amigos
Canta a pleno pulmón. Baila hasta que te caigas al suelo de cansancio. Pinta hasta que te comas los lápices, o hasta que te quedes sin acuarelas... escribe lo que te pasa, lo que sientes. Disfruta de tus hobbies.
Para mí este apartado ha sido importantísimo el año pasado... he gozado de tiempo, y eso me ha permitido desarrollar mi faceta creativa, que es la que suele verse más afectada cuando te ves imbuida de tu rutina diaria.
Haz memoria
Recorre tus recuerdos en busca de los más divertidos, los que mejor te hicieron sentir. Si es en compañía de amigos, mucho mejor.
Vuelve a ver tus películas favoritas
Coge unas patatas fritas o un cubo de palomitas y disfruta de un maratón de tus películas más vistas.
¿No os pasa que al verlas te cambia el humor inmediatamente?
Aspira y trata de ser amable
Ser amable todos los días es posiblemente una de las cosas más agotadoras que se pueda hacer, pero al final del día, antes de irte a dormir, te darás cuenta: vale la pena. Siempre.
Date una buena ducha
En mi caso, siempre me funciona. Y si es con agua muy caliente, mejor, que ayuda a que se relajen los músculos. Yo sufro del cuello, y aprovecho el chorro de la ducha para hacer ejercicios de estiramiento... sienta verdaderamente genial.
Practica la espontaneidad
Aunque sea por un día. Si te gusta conducir, coge el coche y conduce a algún lugar cercano que siempre te haya apetecido ver. Córtate el pelo (yo soy muy de esto). Pasea sin rumbo fijo.
Date un capricho... No tiene necesariamente que ser algo caro o grande: un ramo de flores, un nuevo pincel para tus acuarelas, un libro en una librería local... Cualquier cosa, pero que te haga feliz.
Si te apetece, llora
Sí, está muy mala visto (no entiendo por qué), pero ¿y lo bien que sienta?
Cuando yo siento un nudo que no se me suelta, suelo ponerme un capítulo de Anatomñia de Grey y enseguida lloro... y me sienta genial. Llorar es muy terapéutico.
Haz algo que nunca hayas hecho antes
No más excusas. Tan sólo porque no hay nada más enriquecedor y satisfactorio que tachar algo de su lista de deseos...
Y vosotros ¿qué hacéis para sentiros bien?
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