Moda fuera de serie: Los Bridgerton
Los nostálgicos de Downton Abbey y Orgullo y Prejuicio habíamos estado bastante huérfanos de series históricas con las que disfrutar de increíbles vestuarios, telas de colores vivos y tiaras de ensueño, así que no es de extrañar que Los Bridgerton se hayan convertido en uno de los lanzamientos más exitosos de Netflix.
Como fan absoluta de los trajes de época (tengo una colección bastante importante de revistas desde 1850 en adelante), tenía bastantes esperanzas puestas sobre esta serie... al menos la moda no me ha decepcionado.
¿Sabíais que se necesitaron 232 técnicos de vestuario y 161 técnicos de maquillaje y peluquería y que se confeccionaron 7.500 vestidos para recrear la época de la Regencia, en la que tiene lugar la serie? y es que, en aquella época, dejarse ver en bailes, paseos y festividades varias era el objeto de su sociedad. Por eso no es de extrañar que el vestuario sea uno de los protagonistas de la serie.
En Los Bridgerton, Ellen Mijornick, la diseñadora de vestuario, ha concebido un universo de prendas espectacular y vanguardista que incluye una paleta de colores vibrantes, multitud de detalles intrincados en todos y cada uno de los vestidos y un sinfin de complementos como tocados, sombreros, adornos de pelo, guantes, zapatos, bolsos, joyas que lo han convertido en una de las aventuras televisivas más ambiciosas.
De hecho, se cuenta que que para dotar a la serie de personalidad propia, optó por crear de cero todos los diseños, en vez de reutilizar las prendas de otras producciones inspiradas en la misma época. Los más de 200 artesanos, una vez que estaba sentadas las bases de la prenda, tenían libertad creativa total con los adornos, lo que sin duda trasciende más allá de la pantalla. Para la protagonista, Daphne, se confeccionaron 123 vestidos.
Pero la imaginación debía también trasladarse a los trajes masculinos... a pesar de la aparente "sencillez" de un traje, en la serie se han esmerado por dotarles de la personalidad de dandies que era tan característica de le época, alegrándolos con ricos tejidos, estampados y colores de lo más originales. Eso sí, siempre históricamente exactos en su confeccion y diseño.
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