Faldas satinadas... déjate fluir
Hace ya un par de temporadas que las faldas satinadas llegaron para quedarse, primero tímidamente, como quien no quiere la cosa, y ahora para captar todo el protagonismo.
Es verdad que cuando llegaron eran “faldas de invierno”, pero gracias a su sencillez y fácil combinación, también han conquistado los armarios de verano. Sobre todo si se escogen colores brillantes y vibrantes, y looks más sencillos, como digo.
Una de las principales ventajas que presentan estas faldas, son su versatilidad. Pegan con todo y con todas las horas del día, de la mañana a la noche. Además, yo creo que después de tanto tiempo encerradas con estilismos más de andar por casa, le aportan un toque sofisticado a nuestras vidas, que falta nos hace para levantar el ánimo.
Las de esta temporada son tan sencillas, que el único artificio que llevan es la forma, ya que se apuesta por el corte evasé. Ni cremalleras, ni cierres… cintura elástica y a correr… por eso también son tan cómodas. Aunque las hemos visto estampadas, lo cierto es que las triunfadoras absolutas son las lisas… y conviene hacer una buena inversión y gastarse el dinero en una de seda, pues dará mejor resultado a largo plazo.
¿Cómo combinarla?
Pues como es tan sencilla, la verdad es que pega con todo. Si apuestas por estilismos más sofisticados, apuesta por sandalias de tiras o mules; pero si quieres un aspecto más gamberro, las deportivas serán tu mejor aliado.
Lo que sí está claro es que hay que apostar por colores vibrantes y vitaminados (fucsia, naranja, etc.), aunque si quieres hacer una buena inversión, mi recomendación es hacerse con una en tonos neutros.
En cuanto a la parte de arriba, se han visto combinadas con blusas también de seda, sobre todo en el mismo color, dando un aspecto muy fluido y elegante.
Con jerseicitos finos o camisetas básicas, también quedan muy bien, porque las elevan de inmediato, aportándole sofisticación al estilismo en un santiamén.
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