Una rosa es una rosa
Sin duda alguna, Miranda Pristley nos miraría a todos por encima de sus gafas con esa mirada sarcástica tan característica suya como diciendo "realmente innovador" al enterarse de que las rosas (un estampado floral) son una de las tendencias clave de esta primavera... pero la vida es así.
Si hubiera una jerarquía entre las flores, la rosa sería la reina suprema. Una flor con su propio lenguaje, tanto en forma como en colorido, que la hace aún más si cabe protagonista de esta primavera. Su idilio con la moda es, sin embargo, uno muy largo. Se han encontrado vestidos bordados con rosas desde el armario de María Antonieta, pasando por Paul Poiret que la usaba como insignia de su marca, hasta llegar a la actualidad de la mano de Rihanna, que las usa en muchos de sus estampados de ropa urbana.
Las hemos visto en los desfiles de varios diseñadores como Prabal Gurung, Richard Quinn o Lela Rose. Otras marcas en las que ha aparecido un estampado parecido ha sido en Tory Burch, Givenchy o Stella McCartney, entre otros.
Como siempre, a la hora de llevarlas, hay que encontrar el equilibrio... la variedad en la que aparecen las rosas como estampado es tan grande, que resulta muy fácil dejarse llevar, pero hay que ser capaz de darles el protagonismo que se merecen sin parecer que vamos disfrazadas de primavera.
Si escogéis un estampado fuerte, lo mejor es combinar la pieza principal con algo más sobrio... una falda o pantalón de color sólido para contrastar, por ejemplo, en el caso de un top (y viceversa si es una prenda inferior); y si es un vestido, combinarlo con un blazer o chaqueta sólido también es una buena idea.
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