Lunes de los 5 Sentidos 462 - 464: The Mexican Edition


Ya estoy de vuelta, pajaritos. México ha sido un paréntesis frenético y cautivador de aire fresco, tacos, ballenas y playas. Fridas, totopos y guacamole. Risas y fotos. Artesanía, bordados y calaveras. Mar y colores, muchos colores. Gracias México por la acogida. Volveré sin duda. Ha estado padrísimo.

En honor a la verdad os diré que me he dado cuenta de que me he saltado un Lunes de los 5 Sentidos previo a mi viaje (pero que ya me pillaba en el extranjero), que de quedó allá, en el limbo de los posts jamás escritos. Como el de hoy va a ser generoso, sé que sabréis perdonarme.

Vista

Además de esta pequeña muestra de fotos que publiqué en instagram (la falta de wifi continua ha propiciado que no os bombardee demasiado y también, que desconecte más y mejor), ha habido algunas cosas que me han llamado mucho la atención y que quería compartir con vosotros. En los próximos días compartiré algunas fotos con vosotros, porque de verdad que merece la pena.

  • Atravesar las nubes desde el avión, siempre me parece una experiencia muy mágica
  • Ver cómo los ríos y lagos cambian de azul a oro con la inclinación del avión
  • Las montañas difuminadas en grises llegando a México, y la boina de contaminación... a lo largo de los días allí será una cosa que me sorprenda bastante, y que se note también en la garganta.
  • Las partículas doradas de sales y demás flotando en el mar, quiero decir, en el océano Pacífico...
  • Las ballenas... qué cosa tan mágica y tan especial. Sobre ellas os tengo que hablar más detenidamente otro día, con fotos y vídeos, porque me ha resultado una de las cosas más alucinantes que he visto en mi vida.
  • El colorido de las artesanías... un orgasmo visual en toda regla.
  • Los pompones por todas partes, en ristras para colgar. Me hubiera traído una, pero os confieso que no sabía cuál elegir...
  • Las pintadas en las paredes, tanto las que utilizan como anuncios (de grupos de mariachis, de conciertos, de oficios...) como el arte urbano que hay en México, que es realmente alucinante.
  • Los colores de las casas, sobre todo en amarillo azafrán, rosa y morado (¿os lo hubiérais imaginado), pero también en verdes y azules.
  • Las puertas de San Miguel de Allende, de las que hice un pequeño vídeo en instagram porque realmente eran preciosas. Tan grandes y robustas, y junto con los colores de las casas, tan únicas.
  • La puesta de sol desde la terraza del hotel Rosewood en San Miguel de Allende, broche final a un día precioso en un pueblo que merece la pena visitar.
  • Las vistas de Guanajuato desde el mirador, con toda esa colina llena de casas de colores.
  • La isla escondida... qué cosa más distinta y más genial de ver. Aunque sea pequeña. También os quiero hablar de esta excursión otro día (incluida en las Islas Marietas), porque aunque es limitada, merece de verdad la pena.
  • Bucear entre peces de colores. Puede que las aguas a este lado de México no sean cristalinas como las del Caribe, pero para mí, que no lo había hecho antes, fue estupendo. Sobre todo por la sorpresa... no me esperaba que en aguas un poco opacas, al sumergirme, fuera a encontrar tantos tesoros.
  • La falta de sombreros mexicanos salvo en el aeropuerto me sorprendió bastante... pero al final es lo que pasa. La cultura mexicana es tan rica... y todos cometemos el error de limitarla a 4 cosas, como pasa con todas.
  • La catedral de México (de Puebla en México) y sus torceduras, causadas por el tipo de suelo y por los terremotos. En Pisa son unos aficionados
  • La virgen de Guadalupe y sus escaleras mecánicas... tiene tanto tráfico, que se han visto obligados a poner rampas mecánicas para que la gente no se quede parada.



Oído

  • Las expresiones y palabras mexicanas, como totopo, popote, neta, pinche...
  • Las olas del mar rompiendo en la orilla y que suenan como sonajeros por las piedrecillas y conchas
  • Los pájaros de Sayulita, los de tierra y los de mar
  • El gallo del vecino del hotel de Sayulita al amanecer (bueno, y todo el rato desde que salía el sol hasta las 8 de la mañana)
  • Boleros y canciones que me recuerdan a nuestra cinta de Edith Gorme y los Panchos
  • Las ballenas golpeando el agua con sus enormes aletas.


Olfato

Os confesaré que no me traigo muchos aromas de México... es más un país de vista y de oído, si os soy sincera, no obstante, sí ha habido cosas que me han llamado la atención:
  • El río que atraviesa Sayulita, podrido a más no poder...
  • El pescado a la brasa hecho en los pequeños restaurantes de las calles cercanas a la playa en Sayulita
  • El vinagre que tenían que echar en las mesas del desayuno del hotel de Sayulita... resulta que había abejas, y como están protegidas, no se podían usar más que remedios naturales para espantarlas... lo que resultaba en unos desayunos llenos de sobresaltos y zumbidos.
  • El olor del picante, que no es en sí un olor, sino una sensación muy intensa que te sube por la nariz.
  • La rafia de los cestos, incluso los que vendían en la playa.
  • El motor del barco que nos llevó a ver las ballenas quemándose (y luego en la ropa, porque se agarró a mi camiseta como si no quisiera irse)
  • El mal olor en el avión tras 6 horas de vuelo


Gusto

La comida mexicana es estupenda y muy rica, llena de contrastes. Para los que me preguntáis, sí, se puede pasar unas vacaciones allí sin probar el picante, porque yo lo he hecho... lo que sí es verdad, es que tienen sabores muy fuertes y aderezan la comida de otra forma (la sal, por ejemplo, no la usan tanto como nosotros), pero está muy bueno todo. 

Además de esto... que os comento...
  • El zumo de guayaba, que tiene cierto toque a limón
  • El pulpo borracho que me tomé en el restaurante Barracuda de Sayulita... tierno, y con un acompañamiento de arroz y verdura sincreíble (repetí menú el segundo día que fuimos, para que os hagáis una idea)
  • El guacamole de allí, que es más un picadillo de aguacate y otros ingredientes que la crema a la que estamos acostumbrados aquí.
  • El desayuno de El Peltre en DF... sin palabras, y la mejor forma de estrenarnos allí.
  • Las margaritas de la playa, por un precio irrisorio además. Ni aguadas ni cargadas, sino en su perfecto punto.
  • Una pizza después de tantos días de mexicano. De horno de leña además... a veces se necesitan este tipo de caprichos para sobrevivir.
  • El café en México es de olla y tipo americano, muy aguado...
  • Smoothies de leche de almendras, coco y otras frutas en el hotel de Sayulita, recién hechos.

Tacto

  • La arena de las playas de Nayarit duele bajo los pies por sus piedras y restos de conchas, es gorda y áspera, y se calienta muchísimo.
  • La forma en que se me hundían los pies en la arena, incluso en la orilla, donde se supone que hay un pedazo de playa donde la arena está dura.
  • La humedad increíble de la zona de Nayarit y Puerto Vallarta: en la ropa (la maleta vino con todo húmedo a Madrid), el pelo, el papel higiénico...
  • El frío en la cama de México que no se calentaba... es lo que tienen los colchones hinchables, que no aguantan el calor una vez que te mueves.
  • Las ásperas mantas y manteles de lana de alpaca, con sus preciosos colores pero su tacto tan especial
  • Las duchas que no tiran... esto es una cosa que he descubierto que está extendida por todas las zonas que hemos visitado. Las duchas no tiran... y a mí que me gusta que el agua te golpee fuerte (sobre todo para lavarte el pelo), pues bueno...
  • Mi espalda ardiendo... a pesar del factor 50+ de mi crema de Isdin, de echármela cada 2 horas etc. etc., nada impidió que el primer día el sol hiciera estragos en mi piel y me abrasara... me dio hasta un poco de alergia... pero bueno, nada que una buena sombra los días siguientes y un poco (mucho) aloe vera no hayan podido curar.
  • El suelo de Sayulita, con sus calles sin asfaltar y su empedrado en el centro que machacaba los pies, pero que forman parte de su carácter hippie tan especial y singular.
  • La sequedad de mis ojos en la vuelta, en contraste con la humedad a la que los tenía acostumbrados



Bueno... y eso es todo por hoy. En los próximos días espero poder ir contando más cosas y compartiendo más fotos, pero creo que como resumen de mi viaje está bastante bien, y creo que he compensado mi ausencia... al menos por el momento. Que tengáis muy buena semana.


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