Inyección de optimismo para tu armario: apuesta por el amarillo
Está lloviendo tanto estos días, que todo parece gris y apagado… bueno, lo de apagado es un poco mentira, porque con el agua todo brilla, aunque sea con un resplandor algo triste… por eso he creído que para retomar la vida en el blog, que ya sabéis que tengo algo abandonado por motivos personales, sería guay darle algo de alegría, de ahí que haya elegido teñirlo de amarillo, que además es el color favorito de mi padre.
El color amarillo aporta la felicidad e intuición. Es un color brillante, alegre, que simboliza el lujo y el cómo estar de fiesta cada día. Se asocia con la parte intelectual de la mente y la expresión de nuestros pensamientos. El amarillo es uno de los colores primarios, ya que no es el resultado de ninguna mezcla, aunque existen más de 100 tonalidades. Es un color claro y luminoso, razón por la cual se le asocia con el sol, y por eso nos viene tan bien estos días, para iluminar.
Además, parece ser que junto con el ultravioleta (que ya sabéis que es el color del 2018), se ha convertido en uno de los protagonistas de los estilismos durante las pasadas semanas de la moda, y nos han dejado algunas ideas tan interesantes como las que ilustran este post.
A mí sobre todo me gustan las tonalidades más tirando a amarillo huevo (creo que el tono pastel no es apto para todas las pieles), y en prendas como blusas, o chaquetas e incluso abrigos… por aquello de darle un toque de color a los looks más invernales. Los pantalones amarillos me seducen menos, pero la verdad es que con blusas estampadas quedan genial, y la mar de alegres.
Firmas como Rochas y Miu Miu, Tom Ford o Carolina Herrera –origen de la tendencia – y Zara, con sus propuestas más primaverales que empiezan a llegar a tienda, son las responsables de que hayamos decidido enfrentarnos a la mala suerte asociada al amarillo para incluirlo en nuestros armarios.
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