Farewell 2017
mirando al 2018 con optimismo |
Parece mentira que ya estemos a 30 de diciembre, y nos toque despedir un año más que se va.
Para mí 2017 no ha sido todo lo bueno que esperaba, pero malo malo, tampoco ha sido… sobre todo en comparación con 2016, que fue un desastre... supongo que lo que pasa con estas reflexiones de Nochevieja es que, mirando al año que se va, todos tenemos grandes esperanzas para el año siguiente y pecamos de cierto sobre-optimismo ¿no creéis?
Pero bueno, al final se trata de hacer balance y multiplicar por 2 las cosas buenas para que pesen el doble: los raticos entre cervezas y risas, los cafés en buena compañía mientras hace frío fuera. Los retos, los paseos cada vez más largos. Los viajes y la ilusión que conllevan. Los libros que nos dejan con buen sabor de boca y ganas de más. Las canciones que nos arrancan sonrisas. Los olores que nos trasladan a otros momentos. Las fotos, los boomerangs, las notas de audio que se cortaban (las de ahora que se alargan). Las risas que hacen que te duela la tripa. Las compras de caprichos, los regalos que haces con ilusión.... en definitiva, las cosas que han hecho que 2017 no sea el peor de los años y que pueda despedirlo con una pequeña sonrisa.
Este año que no empezó como uno de los mejores, me propuse cambiar de actitud y ser más positiva, y a la vista del párrafo anterior, parece que lo he conseguido. Algunos me lo habéis confirmado. Parte de la culpa la tiene una rutina a la que le he sido fiel en un 80%: escribir en un cuaderno al menos una cosa buena que me hubiera pasado cada día. Es un ejercicio que recomiendan mucho por ahí, y a lo que me uno. Lo hago cada día antes de acostarme, para tratar de cerrar los ojos con una sonrisa. Ya tengo preparado en la mesilla de noche el del año que viene, al que pretendo ser más fiel que al de 2017.
Y ahora sí que sí, toca despedirse del año que se va. Gracias a todos los que habéis contribuido a los raticos buenos del año; y a los que me habéis acompañado en los momentos menos buenos, gracias por estar ahí. Que el 2018 nos traiga más risas y sonrisas, más momentos para recordar. Al 2017 le despedimos con una patada y un “Hasta luego, Maricarmen”, el brindis lo dejamos para el 2018.
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