¿Kon... qué? Konjac, las esponjas que revolucionarán tu rutina de belleza
¿Kon... qué?
Se trata de unas pequeñas esponjitas 100% naturales, biodegradables, hechas de pura fibra vegetal, sin colorantes ni aditivos, libre de conservantes y pigmentos artificiales, que vienen – como no podía ser de otro modo – de Asia.
¿Queréis saber más de ellas?
Estas esponjas están hechas a base de las raíces de una especiE de patata asiática, la Konjac (o Konnyaku), y tales son sus propiedades exfoliantes y limpiadoras, pero desde una perspectiva suave, que en Asia se han usado desde siempre para limpiar la piel a los recién nacidos… y todos sabemos que nuestras aspiración es precisamente la de tener la piel “suave como el culito de un bebé”.
Aunque a primera vista son como una piedra pómez, no debéis juzgarlas por su aspecto. Están compuestas en un 97% de agua y son riquísimas en minerales, que las diferentes marcas han completado con otros extractos – también naturales – para optimizar los resultados: té verde para las inflamaciones del acné; flor de cerezo para las asperezas; ácido cítrico para la hidratación… y un largo etcétera
Para todas las necesidades
Todo el mundo coincide en hablar maravillas de este producto, pues su ventaja principal es la exfoliación suave que llevan a cabo. La cosa es escoger una neutra, o aquella que se adapte a las necesidades de tu piel, y acompañarla con productos complementarios. Aquí van algunos ejemplos:
- Blanca (Konjac puro): la neutra, apta para todo tipo de pieles.
- Negra (carbón de bambú): Ésta es la que tengo yo, pues es ideal para pieles grasas con acné y propensas a las manchas. Es gracias al carbón, que tiene propiedades purificantes.
- Verde (con arcilla verde francesa): Adecuada para pieles mixtas y zona T grasa.
- Roja (arcilla roja francesa): De alto contenido en óxido de hierro estimula la circulación sanguínea. Ideal para pieles maduras porque ilumina la piel y reduce la aparición de arrugas.
- Rosa (arcilla rosa francesa): Ideal para pieles cansadas y desvitalizadas, perfecta para después de cualquier extremo de temperatura.
¿Cómo usarlas?
Como os decía antes, su aspecto es de piedra pómez, por eso es importante resaltar que nunca han de usarse en seco. Previamente hay que empaparlas con agua tibia, hasta que pierdan la dureza, para luego aplicarlas directamente sobre la piel, sin necesidad de usar jabones ni otros productos; aunque éstos potencian sus resultados.
Una vez que se ha terminado con ella, se limpia bajo el agua tibia de nuevo y se deja secar al aire en un sitio ventilado, pero nunca a la luz del sol.
¿Alguna pega?
Bueno, al ser natural, tiene fecha de caducidad. Depende de las marcas, pero no recomiendan usarla más de 2 meses. No son caras, así que, visto los resultados, es un gasto que merece la pena.
Las fotografías no me pertenecen, aunque los collages sí. The images are not mine, but the collages are.
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