Comiendo en Perrachica, local de moda en Madrid
Tenía muchas ganas tanto de ir a este restaurante, como de contároslo, pero al final una cosa por la otra y la casa sin barrer. Hace más de 1 mes que fui y aquí estamos...
En muchas revistas se ha mencionado que Perrachica es uno de los restaurantes de moda en la capital, un lugar donde ver y ser visto, y también comer bien. Porque os garantizo que se come bien, y que la relación calidad-precio es buena, que este punto siempre suele quedar más colgado.
Para empezar, una de las cosas que más me sorprendió el el sitio en sí... ¡Es enorme! Y además la decoración está genial. Digamos que está separado en 4 ambientes: una terraza cubierta en la entrada, el comedor "normal", una zona de sofás más para café y afterworks delimitado por una moderna barra, y otro comedor algo más formal.
Nosotras comimos en el comedor de la entrada, con un aire más desenfadado y muy ecléctico, con luz natural y mucha madera, asi como estampados florales en sillas que parecían de terraza reconvertidas. Muy chic.
Fue durante el café que nos cambiamos a la zona de sofás, muy acogedora... De ésas que invitan a quedarte durante horas con las amigas, con una enorme estantería a un lado, llena de cosas, y montones de cojines donde repanchingarse y pasar el rato.
La comida, como decía, muy bien. La carta no es muy extensa, pero sí apetitosa, tanto que a mí me costó decidirme. Al final pedimos un entrante, un carpaccio y la hamburguesa (que abanderaba mi deseo de que fuera poco hecha), y de postre un coulant de chocolate en un plato estilo cueva la mar de divertido. Todo estaba buenísimo, las raciones eran buenas, y con varias copas de vino no pagamos más de 20€ por persona.
Por cierto que una cosa que me llamó la atención de su carta, fue que ¡ofrecían cepillo de dientes! mirad, mirad...
En definitiva, un sitio muy recomendable para ir, si conseguís encontrar mesa, porque según tengo entendido es misión imposible el comer sin haber reservado antes. Un sitio desenfadado y con comida de calidad donde pasar un buen rato.
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