Mexicanos con un twist: Tepic


El restaurante Tepic solía estar en otro barrio, pero con su traslado a la calle Ayala ha ganado en glamour y modernidad, gracias a una decoración chic y elegante con reminiscencias mejicanas gracias a los cactus que adornan las paredes y mesas... una idea divertida y genial que a mí me enamoró nada más entrar en el restaurante.


Supongo que por lo inesperado de nuestro plan, y lo espontáneo, el restaurante me convenció tanto. También gracias al trato agradable y atento y a una comida estupenda y llena de sabores mejicanos, sin ser algo obscenamente de allí. Ellos mismos la definen como "Auténtica cocina mexicana tradicional. Alejada de estereotipos", y no podría estar más de acuerdo.


Dado que fuimos de espontáneas no pudimos sentarnos en las mesas del restaurante, pero sí nos acomodaron en la mesa alta y larga de la puerta con taburetes. 


De menú, algo sin muchas estridencias, que después de todo era la cena. Para empezar, y como no podía ser de otra forma, unas margaritas. Yo pedí una clásica, pero rápidamente me enamoré de la que pidió mi amiga de frambuesa... ¡qué despliegue! desde el tamaño hasta el aspecto eran para enamorar... y el sabor... fruta de verdad. Ni que decir tiene que la segunda bebida fue una de éstas. 

 

Como aperitivo, empezamos con un par de nachos con una crema de queso ligeramente picante cortesía de la casa, y después nos inclinamos por unas quesadillas de trigo rellenas de jamón y queso.
Para continuar, mi amiga se pidió un alambre de pollo, pero yo lo tenía claro: la cosa iba de tacos. Pedí los Acapulco Tropical, con carne al pastor, piña y jamón y queso... todo estupendo y riquísimo. Sin mucho sabor picante, buenas raciones, y producto de calidad. Las fotos hablan por sí solas:


Yo no pude resistirme al postre, y como no soy muy de dulces de leche y esas cosas, pedí consejo, y me dejé llevar por los comentarios, bueno, mejor dicho, la cara de la camarera: la cara se le iluminó hablando del postre de chocolate, así que la decisión estaba tomada. Buenísimo. Una crêpe con chocolate negro con una bola de helado, no demasiado pesada, pero con chocolate en suficiente abundancia como para disfrutar. Buenísima elección.


En definitiva, una muy grata experiencia. La relación calidad precio es buena, si bien es verdad que con bebidas la cuenta sube un poco (merecen la pena, así que tampoco es demasiado el sufrimiento). Aunque la carta no es muy extensa, tiene de todo lo que se puede exigir en un restaurante mexicano, pero como decía, con un aire moderno y limpio que lo hacen especial.


La decoración combina aires modernos e industriales como los azulejos de las paredes y las lámparas de metal, con detalles acogedores como los armarios de madera de la entrada, o los asientos en tono turquesa. El tono mejicano lo ponen los cactus distribuidos por mesas y paredes...

En definitiva, una delicia mejicana que visitar.




Dirección: Calle de Ayala, 14, 28001 Madrid
Teléfono:915 22 08 50



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