Adiós a la altivez de la Bacall

Esta semana hemos tenido la mala suerte de amanecer 2 días seguidos con despedidas: Primero nos dejó Robbie Williams (inolvidable actor que nos conmocionó con papeles como el del Profesor Kitting, Peter Pan o Patch Adams), y más recientemente, Lauren Bacall, icono de estilo, moda y cine.

Pues vaya forma de acabar mis vacaciones.

No sería un blog decente de estilo si no le dedicara un pequeño homenaje a esta gran actriz que no perdió su presencia estilosa con el paso de los años.

Y es que, cuando Lauren Bacall hacía acto de presencia en un local, ataviada con una camisa abierta y unos pantalones de cintura alta, los hombres allí presentes prácticamente volaban de sus sillas para recibir el honor de encender su cigarrillo. Su profunda voz y mirada algo irreverente y altiva, su lustroso pelo ondulado y su ropa la han convertido en la imagen absoluta del glamour sin esfuerzo.

Como no podía ser de otra forma, fue descubierta por la grandísima Diana Vreeland cuando sólo tenía 16 años, y fue una de las primeras actrices en protagonizar la portada de una revista, en su caso, Harper’s Bazaar, que le valió su primer papel junto a Humpfrey Bogart en “Tener o no tener”, de donde es su famosísima frase

“You do know how to whistle, don’t you, Steve? You just put your lips together and … blow.”

Fue una de las primeras en lucir los monos que tan de moda se han puesto esta temporada, así como los total looks (incluso en vaquero), o los crop tops, gracias a una esbelta figura que se esmeraba en resaltar.

Lucía los vestidos largos de caída como nadie, y era amiga de varios diseñadores como Pierre Cardin, Yves Saint Laurent, o Jean Paul Gaultier.

El firmamento ahora sí que gana 2 estrellas... de las de verdad.

Las fotografías no me pertenecen, aunque los collages sí. The images are not mine, but the collages are.

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