Moda Fuera de Serie: Sansa Stark entra en el Juego
Los que me conocéis sabéis que soy muy fan de Juego de Tronos. Mucho… lo extraño es que no le haya dedicado más posts… además del de hace unos meses, que podéis ver aquí.
Después de uno de los últimos capítulos – Alejaos si no queréis spoilers - en que Sansa da un giro radical a su personaje, pensé que sería interesante dedicarle un post, y en ello estamos.
Como bien decía Lord Littlefinger (me resisto a llamarle Meñique) “La primera vez que te vi eras una niña perdida del Norte, ahora…”
En la primera temporada, cuando nos presentan a los personajes, Sansa es, efectivamente, una niña pequeña, no sólo en su actitud, también en sus ropas. Viviendo donde vive, se hacen imperativas las prendas de telas gruesas y más bastas, los cuellos altos y los remates en piel. El pelo – que es un elemento fundamental en muchos de los personajes, el de ella incluido – luce recogido, pero algo deshecho y alejado de las modas de la capital. Sin embargo, sigue siendo una doncella, así que a pesar de los vastos materiales, los cortes de las prendas tienen una clara inspiración principesca.
Avanzamos en el tiempo y Sansa viaja a Desembarco del Rey con su familia,donde sus ropas se transorman para adaptarse a la climatología y a su nuevo estatus social. Adquiere un papel relevante como novia oficial del príncipe Jeoffrey, y su acercamiento a la familia real produce una evolución de su vestuario en el que se ve 100% influida por la figura de la reina, única figura materna en la cercanías. Aún en ropas algo aniñadas, luce túnicas de seda salvaje con detalles bordados, con mangas como las de Cersei en forma de lágrima, con algo de cola. Son túnicas sencillas, muestra de su fragilidad, sobre todo tras la muerte de su padre: se encuentra prisionera en su posición, atada a una familia que detesta, y siendo manejada como un triste peón que teme hacer cualquier movimiento en falso.
Durante esta etapa, en su paleta predominan el azul y gris, colores que ponen de manifiesto su pertenencia a las familias Tully y Stark, así como rosa (que he leído por ahí que sólo se la ve lucir cuando comparte escenas con El Perro). Su peinado gana en sofisticación. Mucho más trabajado, recogido en trenzas que coronan su cabeza pero que dejan a la vista su melena pelirroja, lo tiene todo de forzado y nada de espontáneo.
Cuando Jeoffrey asciende al trono y Sansa cae en desgracia, todo en ella cambia de nuevo. Ya no es una pieza fundamental, sólo un personaje secundario en la corte, y eso se refleja en su vestuario, que se caracterizará porque las telas ganan en presencia, utilizándolas en muchos casos casi como armadura. Se trata de una muestra exterior de sus sentimientos: sigue siendo de la nobleza, pero ha pasado ya por demasiadas cosas y necesita protegerse del exterior. Habrá más pliegues, más capas, más bordados… incluso los colores cambiarán. Sus vestidos se volverán más oscuros y jugará con otros tonos como el morado o el verde.
En cuanto a sus peinados, atrás quedan los recogidos complicados y pasa a lucir el pelo con un simple recogido de dos mechones. Sansa quiere pasar desapercibida – y alejarse por completo de la figura de Cersei - , aunque sin perder su carácter noble.
Sin embargo, habrá un momento en que haya de recuperarlo: su boda. Para el evento, en que tendrá que desposarse con un Lannister, Sansa tendrá que vestirse en colores que le son completamente ajenos (rojo y oro), y lucirá un vestido muy estructurado y encorsetado, con una variante frente a todos sus looks anteriores: no llevará mangas, signo de su vulnerabilidad frente a un matrimonio que no desea. El vestido es a la vez prisión y armadura para Sansa.
En cuanto al peinado, volverá a lucir el elaborado recogido característico de la que en ese momento es ya la madre del rey.
El cambio más radical del vestuario de Sansa, lo hemos visto casi al final de la cuarta temporada, cuando Sansa parece que por fin entiende y se une al Juego de Tronos. Tras su huída de la capital, Sansa acaba refugiada en El Nido de Águilas, residencia de su tía Lysa, donde por desgracia no acabarán los problemas para ella. Si en un primer momento sigue con su tónica de vestidos sencillos, el asesinato de su tía Lysa por parte de Lord Littlefinger y su toma de consciencia de que ella puede ostentar cierto poder también, la harán dar el giro.
Bajará por la escalera del Nido transformada: cabeza alta, contoneando la cadera, sonrisa conocedora de secretos… y un vestido negro radicalmente opuesto a sus anteriores vestiduras, con ciertas reminiscencias a un cuervo: ajustado al cuerpo, y armado con hombreras cubiertas de plumas negras, escote pronunciado y joyería sencilla pero contundente – quiero pensar que el extremo del collar es una aguja que no dudará en usar como arma - .
Bajará por la escalera del Nido transformada: cabeza alta, contoneando la cadera, sonrisa conocedora de secretos… y un vestido negro radicalmente opuesto a sus anteriores vestiduras, con ciertas reminiscencias a un cuervo: ajustado al cuerpo, y armado con hombreras cubiertas de plumas negras, escote pronunciado y joyería sencilla pero contundente – quiero pensar que el extremo del collar es una aguja que no dudará en usar como arma - .
Como despedida, una frase genial - ¿Nos vamos? – Sansa, querida, con este cambio te seguirán a donde vayas.
Las fotografías no me pertenecen, aunque los collages sí. The images are not mine, but the collages are.
Puedes seguirme también a través de
Comentarios
Un gran post!
Patri
Buen blog, Inés. Sigue así :)
Maria (Brienne)
Yo también soy muy fan de la saga... me alegra mucho que te haya parecido interesante la entrada.
Un abrazo fuerte,
Inés
Pero cómo eran las piezas de fantásticas?