London State of Mind


Volver a Londres es siempre un placer y una alegría, además de una experiencia única. Ninguna visita es igual a la anterior y en todas conoces algo nuevo.

En esta ocasión, fue una visita más de paseos y menos de turistiqueo. Dejé los 30ºC y el sol de Madrid por un tiempo typically British en el que la lluvia y el sol se codean como viejos amigos y las temperaturas no suben de los 15ºC. Menos mal que me llevé mi dumbo snood de We Are Knitters  de algodón… creo que si no la hubiera llevado me hubiera dado algo.


Llegué el jueves a medio día y tras un viaje que se me hizo eterno hasta Greenwich – una zona que en breve se convertirá en área cool para la gente joven y sobre todo de la banca en un futuro próximo – dejé los bártulos en casa de mi amiga y me armé de paciencia y paraguas para dar una vuelta por Chelsea y Knightsbridge.

Pasear por Chelsea es una gozada… tiendecitas cucas (y caras), casas ideales, parques… si buscas aislarte del mundanal ruido del centro, ésta es una de las zonas a tener en cuenta. Además, no queda muy lejos de Harrod’s…  ¡qué atinado es que haya perdido su puesto en el ranking de mejores centros comerciales a favor de Selfridges! Salvo por la zona que dedican a comida, golosinas y tés (que sigue pareciendo un mercado antiguo, y merece la pena), lo cierto es que el icono del shopping es un centro desordenado y atestado de gente donde encontrar el camino entre las diferentes zonas se torna una misión imposible, no sólo por su antigua distribución, sino por el gentío. De la escalera egipcia, mejor ni empiezo a hablar, porque no acabaría. Si quieres comprar lujo… mejor Selfridges, de verdad.


Si sois fans de Harry Potter, además de poder visitar los estudios a las afueras de Londres, podéis optar por la versión lowcost y pasaros por King's Cross Station. Allí, entre las plataformas 9 y 10 se encuentra señalizada la plataforma 9 y 3/4, donde podemos intentar atravesar la pared con destino Hogwarts.


De vuelta de semejante experiencia, nada mejor que recoger a mi amiga en Cannary Warf e irnos de paseo hasta casa en Greenwich (griinich en la lengua de Shakespeare). Para muchos, es el gran desconocido – salvo por lo del meridiano - , pero como os decía, es una zona con mucho encanto que está viviendo una importante remodelación y modernización. Cuenta con diversas atracciones (como el barco Cutty Sark), preciosas vistas de la ciudad, y muchas zonas verdes muy recomendables para pasar un día tranquilo. Además, fue residencia real allá por tiempos de Enrique VIII… ¿necesitáis más motivos para visitarlo?

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La imagen de portada pertenece a Cath Kidston

Comentarios

Martina ha dicho que…
La próxima vez me voy contigo ;)
Miss Cross ha dicho que…
Y yo encantadísima!
Arantxa Álvarez ha dicho que…
Sííií, me encantan tus crónicas de viajes!

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