On the tenth day of Christmas my true love sent to me, a bug brooch
El regalo de hoy es a la vez un detallito y algo práctico (y me encantan, me rechifla…), porque se acercan las fiestas y siempre buscamos nuevas formas de darle un toque distinto a nuestros looks de fiesta, pero también una excusa para darnos un capricho… ¿qué tal con un precioso broche-insecto? Si además así le das un aire Lanvin a tu ropa… ¡pues mejor que mejor!
Los broches con temática “bicho” siempre han sido un clásico. A pesar de que los insectos son algo que suele causar asco entre el público general, lo cierto es que cambiándolos de contexto, pueden resultar la mar de atractivos. Sus colores, sus originales formas, en definitiva, su naturaleza, los hacen un complemento la mar de divertido que ha sido objeto de imitación en la joyería desde el principio de los tiempos.
Decía que te daban un toque Lanvin a tu look, pero no es menos cierto que los broches-bicho empezaron a resurgir en 2012, cuando Jason Wu los presentó en su colección resort para 2013. De ahí saltaron a otras pasarelas (como la de Lanvin o Bottega Veneta) y más definitivamente a la alfombra roja de varios eventos, donde los hemos visto lucidos como joyas, collares, y en su más clásico sentido.
Y ahora, los consejos para llevarlos:
- En lo que a esta tendencia se refiere, cuantos más, mejor: daros cuenta que en el desfile de Lanvin funcionaban por ir mezclados con una amalgama de figuras parecidas y joyones XXL
- Ni plástico ni falsedades: Metal y pedrería.
- Van bien con cualquier cosa, pero están más en su salsa cuando los combinas con prendas más sencillas que dejan que se luzcan como se merecen. No descartes una camiseta gris, por ejemplo. Si el broche el lo suficientemente llamativo, puede ser la combinación perfecta.
- Si no tienes nada demasiado grande, atrévete a combinar varias piezas pequeñas. El impacto será el mismo.
Y si queréis más regalos fabulosos, seguid el hashtag #12DaysOfXmas
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