Érase una vez los tejidos -> Las Materias Primas I


Ya os comenté ayer que iba a comenzar una serie de post sobre los tejidos, y como las casas han de empezarse por los cimientos, parece lógico empezar por las materias primas de las que están hechos. Viendo cómo se alargaba el post sobre las materias primas, lo he partido en varios artículos.
  • Materias primas naturales
    • De origen vegetal
    • De origen animal
    • De origen mineral e inorgánico
  • Materias primas artificiales
  • Materias primas sintéticas
A grandes rasgos, podemos distinguir 3 grupos de materias primas: las naturales, las artificiales y las sintéticas (aunque muchas veces estos dos últimos grupos se juntan o confunden por el común de los mortales).

MATERIAS PRIMAS NATURALES

Las materias primas naturales, como su propio nombre indica, aparecen en la naturaleza y tienen forma de fibra. Estos filamentos, además, tienen una longitud acotada y ésta es normalmente irregular, lo que las dota de algunas de sus características: transpiración (lo que significa que se deforman y ceden), son agradables al tacto pero delicadas de tratamiento, y tiñen bien, aunque con baja solidez del color (vamos, que van perdiendo la intensidad del tiente con el paso del tiempo)

Si os parece vamos a hablar de algunos ejemplos:

DE ORIGEN VEGETAL

El algodón: Su fibra normalmente mide de 2’5 a 3cm, aunque en los de calidad excepcional (como los pima o el egipcio) estas tiras pueden llegar a ser entre 1 y 2cm más largas, además de ser más homogéneas entre sí (sus longitudes son más parecidas).


El lino y el ramio: El lino en su aspecto natural es de imagen bastante pajiza, y menos agradable al tacto que el algodón, pues es en su forma seca en la que se trabaja para los tejidos. Precisamente es esto lo que le otorga la máxima transpiración, pero también lo hace más rígido… motivo por lo que las telas de lino se arrugan con tanta facilidad y las prendas acaban por romperse en las costuras. El ramio por su parte, aunque muy parecido, procede de fibras más gruesas, de ahí su aspecto algo más tosco.


El cáñamo ha sido tradicionalmente la fibra más utilizada en cuanto a longevidad, y también ostenta el título de ser la que tiene las fibras más largas (7cm). Aunque es muy similar al algodón, es más tosca y resistente… hasta tal punto que se conocen escritos romanos en que se menciona que eran mejor opción para fabricar velas de barco, pues resistían mejor los azotes del viento. Otro punto a su favor es, además, el hecho de que su planta necesite de muy poca y que crezca rápidamente, lo que representa una fuerte ventaja en productividad.


Una materia prima a la que se da mucho uso sobre todo en Oriente es el bambú, aunque se está extendiendo su uso por sus propiedades absorbentes. Se puede comprar en forma de fibra (dentro de la vara) o en forma de celulosa ya que comparten las mismas características salvo que la fibra es algo más porosa. Esto hace que se seque más rápidamente, y la convirtió en la materia preferida de la industria del textil para hogar. Además, al ser la planta intrínsecamente antibacteriana, se le tiene mucho aprecio por su enorme valor ecológico.


Otros ejemplos de fibras vegetales, pero mucho más rígidas y destinadas por ello a la elaboración de zapatos, bolsos y cosas por el estilo son el esparto, el yute (que puede encontrarse en diferentes grosores, pudiendo llegarse a utilizar el más grueso para suelos), el sisal (una planta que se parece al Aloe) o la rafia.


¡La semana que viene más!

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