Chez... Ulyana Sergeenko
Si bien es cierto que presentó su primera colección en la primavera de 2011 en la galería ArtPlay de Moscú (pistoletazo de salida a su carrera meteórica en el mundo del diseño que la ha llevado a presentar su colección de Alta Costura en París el verano pasado, justo a continuación de Chanel, y recientemente en la última pasarela de Paris), su carrera como diseñadora no es tan archiconocida como para justificar sus espléndidos modelos, que obtiene gracias en gran medida a la enorme fortuna de su pareja, de la aristocracia rusa.
¿Qué caracteriza su estilo? Sin duda, y aunque tenga fans y detractores apartes iguales, no podemos negar que el estilo de la rusa destila mucha elegancia y sofisticación. Casi siempre usa vestidos o faldas que suele acompañar de altísimos tacones, y acude tanto a sus propios diseños como a creaciones de alta costura, como ha sido en una de sus últimas apariciones con el modelo de Dior que os enseñé antes de haberla visto en este post. Suele llevar looks con cinturas marcadas y faldas de mucho vuelo, así como cosas ajustadas (que no estrechas) que marcan su curvilínea figura y refuerza su look ultrafemenino.
A sus 32 años, Sergeenko no es una novata en el mundo de la moda: de adolescente trabajó como modelo y, tras estudiar Humanidades en San Petersburgo, se dedicó a la fotografía para varias revistas de moda. Ahora además de diseñar pasea estiloso palmito por las fiestas más sonadas de Rusia y las Pasarelas de medio mundo.
Teniendo en cuenta su lugar de procedencia, no es de extrañar que la rusa luzca los abrigos como nadie. Aunque mi favorito es el que lució en una de sus últimas salidas con la falda de visón, confieso que en temas de prendas de invierno, Ulyana es una auténtica diosa y se atreve con todo.
Otra de las características de los modelos de la rusa son sus complementos, en especial los sombreros, pañuelos y diademas con los que cubre su cabeza. Luce lo mismo tocados ultrasofisticados que enormes sombreros, y de alguna forma sólo comprensible en ella, ponen el broche perfecto a sus looks.
Y tampoco podemos dejar de lado sus altísimos tacones (que luce contra viento, marea y nieve) y resto de accesorios. Siempre con un punto original y como nota claramente distintiva.
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