Black Swan

Inquietante, sobrecogedora, emocionante, dura, enternecedora a ratos, de gran belleza… son algunas de las palabras con las que podría definir la película de Black Swan, aunque sin duda alguna, con la que me quedo es SORPRENDENTE.


Y es que hacía mucho tiempo que una película había conseguido sorprenderme de verdad, como lo hizo ayer por la tarde el largometraje de Cisne Negro. Impactarme como lo hizo con escenas de extrema dureza, y otras de pura belleza, como lo son todas las escenas del espectáculo de baile. Qué bonito, y qué duro a la vez, es el ballet… con sus ensayos interminables, los nervios, la falta de sueño, los ensayos de nuevo… y es fantástica forma en la que las bailarinas parecen volar, y nos transportan a cuentos de hadas entre saltos y coreografías, y expresiones que nos hablan sin palabras. Qué bonitos los tutús, los maquillajes, las coronas de plumas y los bordados diseñados por Rodarte.

Porque sin duda alguna, uno de los mayores atractivos de la película es el vestuario (que es todo hecho a mano, por cierto, lo que no hace sino incrementar su belleza). Os dejo un video del NY times y algunas fotografías para que podáis apreciar de lo que hablo...



Otro de los mayores alicientes de la película es la actuación de sus protagonistas, en especial el de la estelar Natalie Portman. No me extraña que se haya llevado tantos premios… durante el largometraje, es capaz de atraparnos con Nina y sus cisnes de una forma sobrecogedora e impresionante. La dualidad que transmite su personaje, su fragilidad y a la vez ese lado oscuro que se intuye poco a poco es capaz de transmitirse a los espectadores, haciéndonos empatizar con ella un minuto, y verdadero terror el siguiente.



Una de mis escenas favoritas de las historia (a parte de los ratos de ballet) es el momento en el que, acabando de descubrir que ha sido la elegida para el papel, Nina huye al baño para llamar a su madre y contárselo. La forma en que Natalie llora emocionada al teléfono aporta una sensación de realidad incomparable. Es en ese momento en el que el espectador conecta definitivamente con su personaje, lo hace suyo, y vive con él sus desventuras a lo largo de la historia. ¿Quién no ha vivido un momento así de emoción cuando, tras un esfuerzo incomparable y momentos de dureza, frustración y mucho trabajo, obtenemos el resultado soñado?


Sin duda es una de las películas más valientes de la temporada y, aunque larga (dura 2 horas) a mí no me pareció lenta en absoluto, pues las idas y venidas, los altibajos durante toda la historia, te mantienen atrapados en ella. Muy recomendable.


Las fotografías han sido tomadas de distintas fuentes, como son ésta, ésta y ésta. Muchas gracias.

Comentarios

Astrid Mel ha dicho que…
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