Resumen del año

Retiomando una tradición instaurada por PPera, voy a hacer mi particular balance del año que nos deja en apenas unas horillas.

This has been, by far, my best year EVER.

Para empezar, 2008 se ha cumplido con mi primer año como trabajadora. Mi primer año “en el mercado”, como dice el bueno de Varela. Y ha sido, está siendo, una experiencia fantástica. Tengo un jefe fantástico y formo parte de una compañía donde valoran el buen ambiente, lo que ha derivado muy positivamente en mi vida personal. El miedo, el vértigo que me invadía al principio con la duda del “¿podré?” sigue ahí… aunque más atenuado. A veces salta con asombrosa facilidad, y me devuelve a la realidad de mi juventud laboral en este mundillo. Sigo aprendiendo, pues como el Pequeño Samurái que soy (gracias a los Maestros Samuráis). Sigo intentando mejorar, y empaparme de todos aquellos que me rodean (de algunos más que de otros, por cierto, gracias… sabéis quiénes sois). Y me sorprendo a mí misma cada día al comprobar que no sólo puedo, sino que valgo. Nada me llena de mayor orgullo.

2008 ha sido también el año de mi viaje China. Sin duda alguna, el mejor viaje de mi vida. Ya sé que digo esto siempre cada vez que vuelvo de algún sitio… pero es que esta vez es absolutamente cierto, más cierto que nunca. El mejor viaje de mi vida por la experiencia en sí, por haber podido conocer una cultura diametralmente opuesta y empaparme de ella. Porque ha sido increíble pisar la Ciudad Prohibida, y contemplar el despertar de una nación al capitalismo desde una glamurosa terraza con la bandera comunista ondeando a mi espalda. Porque aquella noche de fiesta en Shanghai fue la primera en que me dejé llevar sin reparos, pasándolo como nunca, disfrutando a tope… aún me sonrío recordándola, recordando aquella sensación de extrema y absoluta felicidad que me invadió durante aquellas inolvidables horas. Porque me traje del otro continente un puñado de amigos fabulosos (Xinitos… ¡a liarla, a liarla! Que luego todo son prisas...), entre los que voy a destacar, por derechos adquiridos, a Quique, Carmen (a ésta me la llevé y me la traje) y a David. Porque fue un viaje que me enseñó de paciencia, de saber abrir la mente, de estar abierta a cosas y nuevas experiencias. Porque me abrió los ojos, en definitiva.

Este viaje Insider me lleva irrevocablemente a mi querido Club Inside. 2008 es el año de su fundación oficial, de su puesta en marcha. Lamento algunas ausencias (Marta, we missed U), pero me siento orgullosa de los acontecimientos. Espero que entre todos podamos seguir haciendo que, poco a poco, crezca y se haga mayor, y sea algo de lo que la gente hable en el futuro. Mientras pondré, como llevo haciendo durante todo el año, mi granito de arena en forma de Publicaciones, de pesadez, de insistencia y constancia, de ganas, para que sea posible. Gracias a los que estáis compartiendo conmigo esta experiencia: a Álvaro, Jesús, Alfonso, Jorge, Chema, Marta... y todos los demás, que me alargo.

2008, año también de reconocimientos. A mi trabajo, a mi esfuerzo. De querer, poder, y hacer (como el discurso de China, mi reciente admisión en una prestigiosa universidad de diseño, o mis viajes de ski). Que siga la racha.

2008 ha sido también el año de las decisiones. Decisions I’ve manager to stick with… finally:

- La de, por fin, empezar a hacer las cosas primero por mí, y luego por los demás. Ya venía siendo hora. Lo que hacía antes… simplemente no era sano. Sigo siendo la misma de siempre, pero en plan “por mí y por todos mis compañeros, pero por mí primero”.

- La de dejarme llevar… por los impulsos, por las locuras, por lo que me pidiera el cuerpo en cada momento. Desconectar esa racionalidad enfermiza que me caracteriza algún rato que otro…

- Derivada de la anterior, la de vivir más cada día.

- La de tomar el toro por los cuernos aquella fabulosa noche de verano en que le eché un par. Aquella noche, tomé la más difícil decisión de las que he tomado si no en mi vida, si en 2008. No… no salió como yo esperaba (quería). Pero salió rematadamente bien en otros aspectos. Mi premio de consolación, supongo. Gracias a Susana, por animarme. Gracias a ella también por lo que cada día me enseña, en otros muchos aspectos. Por apoyar mis locuras, por reírse de mis frikismos.

2008, año de las puestas a prueba, del darme cuenta de que soy más fuerte de lo que parezco, sobre todo en el último mes.

De las locuras pasajeras.

De las declaraciones (de todo tipo: de amol, de intenciones, de principios...).

De la reestructuración de amistades.

Año de los mayores 2 pedos de mi vida (los únicos también). ¡Y cómo los he disfrutado! El primero, el día de la celebración oficial de mi cumpleaños a cargo del novio de Paz, que no me dejó ver el fondo del vaso (y qué grande fue ir a Snobissimo...). El segundo, en la celebración oficial de mi cumpleaños, con los de la Ofi... madre mía, madre mía. No voy a decir más. Lo pasé en grande.

Un compañero de mi padre me dijo el otro día, con mucho acierto, que tengo la habilidad de viajar al lugar correcto en el momento oportuno. Nunca lo había pensado… pero resulta que es verídico. Y me siento orgullosa de ello, y con ganas de más. Por ello seguiré trabajando.



Que el 2009 os traiga a todos lo que deseais, y de propina, salud, mucha salud, y una familia con quien disfrutarla. Teniendo estas dos cosas, lo demás viene rodado.

Un beso para todos. Feliz 2009.
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