Disfrutando...
Los 25 son la edad para disfrutar por encima de todo, y por eso yo decidí que septiembre sería el mes de la celebración. Me lié la manta a la cabeza, y decidí, como dijo un viejo amigo una vez, bailarme hasta la saeta del entierro. Qué ingenua fui entonces, que no lo entendí. ¿será una cosa de los años? Ahora lo veo cristalino como el agua. Mis disculpas, desde aquí, aunque sean tardías.
Pero bueno, como decía, me lié la manta a la cabeza y decidí bailarme hasta la saeta del entierro. El plan no podía haber salido mejor. Fines de semana variados salpicados de todo tipo de planes desde la juerga más alocada, hasta un simple paseo o el clásico plan de cine. Lo que en definitiva debe de ser. Descubrimientos, locuras, experimentos, sorpresas, bodas. un mes la mar de completito.
Ahora llega octubre y con él la dieta, el retomar viejos proyectos, y las mismas ganas de comerme el mundo, aunque con un poquito más de moderación (que no demasiada).
Queda clausurado, pues, el mes de la celebración. Inauguramos una nueva época: la de disfrutar por encima de todo.
Sean ustedes bienvenidos.
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Pero bueno, como decía, me lié la manta a la cabeza y decidí bailarme hasta la saeta del entierro. El plan no podía haber salido mejor. Fines de semana variados salpicados de todo tipo de planes desde la juerga más alocada, hasta un simple paseo o el clásico plan de cine. Lo que en definitiva debe de ser. Descubrimientos, locuras, experimentos, sorpresas, bodas. un mes la mar de completito.
Ahora llega octubre y con él la dieta, el retomar viejos proyectos, y las mismas ganas de comerme el mundo, aunque con un poquito más de moderación (que no demasiada).
Queda clausurado, pues, el mes de la celebración. Inauguramos una nueva época: la de disfrutar por encima de todo.
Sean ustedes bienvenidos.
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