Stressed...
He tenido una semana de infarto... de esas en las que, al final, la mitad de los días acabas sin horario de salida fijo. Y yo estoy acostumbrada a que a las 6 y media sharp, una servidora se calza las gafas de sol, y sale por la puerta de la oficina... con que imaginaos el panorama. Esto ha derivado en que el viernes, a eso de las 2 de la tarde y con cosas aún por hacer, esta niña estuviera con un morrocotudo cansancio y dolor de cabeza, que es directamente proporcional a mi mala leche en el 100% de los casos. Así pues, opté por cerrar mi boquita y concentrarme en las tareas pertinentes, con la consecuente sospresa de mi jefe, que no está acostumbrado a verme sin una sonrisa. Menos mal que el Portugués me salvó momentaneamente del cabreo con su perfecta imitación del Lindo Pulgoso...
A ver... es lo que toca y no me quejo.... demasiado. Cuando hay que quedarse, una se queda, y este ha sido precisamente el caso. Tengo visita con el cliente el lunes y todo ha de quedar listo.
Por la tarde mi amada progenitora me sacó a andar, para quemar malos rollos principalmente, y he de reconocer que me sentó bien. Acabé muetta, pero de mejor humor. Y eso siempre es bueno.
Esta mañana, con diluvio de por medio, salida express a recoger el regalo de Mamá M. para la particular Baby shower que vamos a darle el martes. De paso, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que Papaya está junto a Bodoques, he aprovechado para comprarme una mariconadilla para el móvil trmendamente kisch: un colgantito en forma de carpa coy roja para morirse... y muy en línea con my future july destination... Fenomanela, vamos.
Por la tarde, y antes de que se me caducara el ticket de compra, he hecho frente al mal tiempo y al diluvio que poblaba Madrid y me he marchado a Imperio Amancio a cambiar el vestidito fuxia del otro día, que no tuvo muy buena acogida entre mis familiares. Cambio por unos pantalones blancos (el color) en Blanco (la tienda) y vuelta al hogar, que no estaba la tarde para muchos paseos. Ya me lo estoy imaginando puesto con varias de mis camisetas... ¡¡¡¡Sol, vuelveeeee!!!!
A ver... es lo que toca y no me quejo.... demasiado. Cuando hay que quedarse, una se queda, y este ha sido precisamente el caso. Tengo visita con el cliente el lunes y todo ha de quedar listo.
Por la tarde mi amada progenitora me sacó a andar, para quemar malos rollos principalmente, y he de reconocer que me sentó bien. Acabé muetta, pero de mejor humor. Y eso siempre es bueno.
Esta mañana, con diluvio de por medio, salida express a recoger el regalo de Mamá M. para la particular Baby shower que vamos a darle el martes. De paso, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que Papaya está junto a Bodoques, he aprovechado para comprarme una mariconadilla para el móvil trmendamente kisch: un colgantito en forma de carpa coy roja para morirse... y muy en línea con my future july destination... Fenomanela, vamos.
Por la tarde, y antes de que se me caducara el ticket de compra, he hecho frente al mal tiempo y al diluvio que poblaba Madrid y me he marchado a Imperio Amancio a cambiar el vestidito fuxia del otro día, que no tuvo muy buena acogida entre mis familiares. Cambio por unos pantalones blancos (el color) en Blanco (la tienda) y vuelta al hogar, que no estaba la tarde para muchos paseos. Ya me lo estoy imaginando puesto con varias de mis camisetas... ¡¡¡¡Sol, vuelveeeee!!!!
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