El Diario de Ana Frank. El musical...

Anoche fui a ver, por le módico precio de 15€ (y motivo principal de mi decisión), el musical basado en el Diario de Ana Frank. Me había invitado Miss Jenny, y a semejante precio, decidí hacer extensiva la invitación a varias de mis amigas, de las cuales sólo la futura Registradora se animó.

La obra, perdón, el musical, está en cartel en el Teatro Calderón (me resigno y niego a llamarlo Teatro Hägen Dazs… lo siento en el alma), lo que es francamente bueno, porque al ser un musical… llamémosle “pequeño”, el teatro es muy adecuado, al ser pequeño y acogedor. La acústica no tanto, por eso digo…

A mí el musical me sorprendió gratamente… qué queréis que os diga. Sobre todo porque uno podría pensar que no hay mucha chicha que sacar a la historia… como efectivamente yo misma opino. Pero el caso es que las 2 horas que dura, descanso incluido, no se me hicieron en absoluto largas, sino más bien todo lo contrario. Tampoco es, como muchos anticipábamos, una historia de las de agarrarte al cleenex el minuto 1, y ya no lo sueltes jamás. Ni muchísimo menos. Es una historia dramática, pero no lacrimógena, y eso es de agradecer. Se basa más en la convivencia dentro del escondite que en la tragedia en sí, aunque ésta esté presente en todas las escenas. Supongo que se debe en parte al hecho de que el director ha puesto un exquisito cuidado en la obra (rodeándose de un equipo en el que figuran nombres como el de Jaime Azpilicueta, responsable de éxitos como 'My Fair Lady', y que se ha ocupado de la adaptación y dramatización del libreto. O como el de Carlos Ituiño, productor ejecutivo de 'Hoy no me puedo levantar', el musical que hasta ahora ha registrado más éxito en España). Además, y como dato curioso, deciros que el Diario de Ana Frank (a quien ella llamaba cariñosamente Kitty) se transforma en la obra en un personaje más de carne y hueso – he leído que eso se llama PROSOPOPEYA, para que luego no digáis que este blog no tiene cultura -.


Por actos… la verdad es que la cosa varía significativamente de uno a otro. La impresión que me dio cuando terminé de ver el segundo acto, es que el primero se había estancado en un tipo de canciones más serias (a excepción de un número que sonaba a burlesque y music hall de la Sra Van Damm, muy curioso y que a mí me fascinó soberanamente… ¡qué voz la de esa señora!!!). La segunda parte es bastante más animada musicalmente hablando con canciones con un tono más simpático que, aunque me gustaron, creo desentonaban un poco con la primera parte.

En general puedo decir sin temor a equivocarme que es una obra muy cuidada, y muy respetuosa con el tema. No sé yo si por 60€ (que es lo que realmente cuestan las entradas en el mercado) os compensa… pero a mí, desde luego, me gustó.

La página oficial, aquí.

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