Compras 10...
Esta tarde he salido como las balas del trabajo para poder ir a comprar algo con lo que disfrazarme de Campanilla para mi próxima fiestuqui de disfraces del sábado que viene. Iba con la idea de pillar lo que fuera, una camisetilla o camisa en Blanco (la tienda) en verde (el color) para combinar con mi faldita negra e ir tirando… además de unas alitas medio decentes y lo más baratas posible, que no está la cosa para derrochar.
Pere héte aquí que Don Amancio ha vuelto a sorprenderme. A alegrarme el día. A solucionar mis problemas. Este hombre...
Os cuento... de camino hacia Blanco, he pasado por ZARA, y siendo absolutamente sincera, pues como que no he podido resistirme a entrar. Y eso he hecho. Mariposeando de aquí para allá me he topado de pronto con un batiburrillo que iba a ser la solución a mis problemas. Allí, escondido entre los pantalones de la 34, había un precioso vestido de algodón color verde pistacho, parecía estar esperándome. Con manos temblorosas lo he sacado de su escondite, rezando porque no fuera una prenda pequeña más, confundida entre la maraña. Y... ¡sorpresa! era de mi talla. Lo acompañaba un vestido fuxia drapeado en la cintura, con un poco de vuelo, y tirantes abiertos igual de abandonado entre los grises, negros y marrones que no me pude resistir a llevarme conmigo al cambiador. Y menos mal que lo hice...
El vestido verde, perfecto. No sólo de talla, sino como disfraz. Lo mejor es que podré llevarlo al trabajo porque es ideal (2x1). El vestido fuxia, estilo años 50... perfecto también. Es color de temporada, con lo que cubre mi necesidad de tener algo del dichoso color. ¿Precio? 20€, que con los 16 del verde... pues me alegraron la tarde.
Así da gusto comprar...
Gracias, Amancio.
Pere héte aquí que Don Amancio ha vuelto a sorprenderme. A alegrarme el día. A solucionar mis problemas. Este hombre...
Os cuento... de camino hacia Blanco, he pasado por ZARA, y siendo absolutamente sincera, pues como que no he podido resistirme a entrar. Y eso he hecho. Mariposeando de aquí para allá me he topado de pronto con un batiburrillo que iba a ser la solución a mis problemas. Allí, escondido entre los pantalones de la 34, había un precioso vestido de algodón color verde pistacho, parecía estar esperándome. Con manos temblorosas lo he sacado de su escondite, rezando porque no fuera una prenda pequeña más, confundida entre la maraña. Y... ¡sorpresa! era de mi talla. Lo acompañaba un vestido fuxia drapeado en la cintura, con un poco de vuelo, y tirantes abiertos igual de abandonado entre los grises, negros y marrones que no me pude resistir a llevarme conmigo al cambiador. Y menos mal que lo hice...
El vestido verde, perfecto. No sólo de talla, sino como disfraz. Lo mejor es que podré llevarlo al trabajo porque es ideal (2x1). El vestido fuxia, estilo años 50... perfecto también. Es color de temporada, con lo que cubre mi necesidad de tener algo del dichoso color. ¿Precio? 20€, que con los 16 del verde... pues me alegraron la tarde.
Así da gusto comprar...
Gracias, Amancio.
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