Election day

Pues sí, españolitos de a pie, hoy es día de elecciones en ésta, nuestra España, y no es que las cosas anden demasiado claras sobre quién ganará.

En fin, esperemos que haya cambios. Dicho lo cual, cambio de tema, porque después de todo, de nada sirve especular a estas alturas del día.

Pues nada, ayer salí a cenar con Matiu, Lu y la long-time-no-see de Belle, que desde que se nos ha ennoviado anda perdida allende las Galicias. También se vinieron mis pequeños Insiders, sans Carmencita, que andaba según me ha comentado hoy, dormidita para la hora en que nosotros quedamos.

Lo pasamos bien. Cena en Le Petit Bistro de la zona de Gregorio Marañón. Un mini restaurante francés con, bajo mi humilde criterio, riquísima comida pero mayoría absoluta de queso en la carta, lo que la hacía algo monótona. Pero los postres... ay los postres!!

Luego nos fuimos a Bisú, por recomendación de Sevilla, más que nada porque estaba a tiro de piedra, y llevábamos andando de aquí para allá media noche. El sitio, aunque algo vacío cuando llegamos, no desmereció, aunque resultaría interesante mencionar y estudiar por qué la población era, o tipo mis padres, o tipo niñatillos de 15..

El caso es que me bebí un par de copas, y la segunda no sé qué me dio, pero entré en un estado un tanto raro. Nada de estar pedo, que dos copas con una cena normal no suben ni de coña. Pero sí algo de feeling. De pronto como que se me potenciaron los sentidos... pero la cosa fue en que fueron uno a uno. Más de alguno dirá que lo que pasaba es que andaba borracha, y por mucho que jure y perjure en contrario, nadie me va a creer. Así que es absurdo que me defienda, jajajaja.

En fin... a ver qué pasa con las elecciones.

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