Sábado, sabadete. Zapatos, familia y cine

Ayer fui de comidita a casa de mi abuelita, que con eso de que estoy solita, era la excusa perfecta, y he aprovechado para hacer un fashion-experiment que hacía tiempo llevaba meditando: minivestidito de punto marrón de cuello vuelto con cinturón ancho bajo el pecho, botines por el tobillo y medias fantasía. Ha sido un completo éxito. Lástima no haberlo intentado antes. Es tan Burberry Prorsum fall...

En fin… el caso es que de camino a casa de mis abus, héte aquí que paso por delante de mi zapatería favorita, y veo un cartel feo de grande que anuncia “zapatos a 25€”, lo cual es extremadamente barato para sus precios normales. Y yo voy y entro… y pico. Porque cuando tienes un pie como el mío, rechiquito (un 35) y plano, no está la cosa para contemplaciones cuando encuentras algo bueno, precioso y barato. Unas sandalias de tiras y tacón suficientemente alto en color beige y extremadamente cómodas que harán las delicias de mis pies en verano.

Ni que decir tiene que la Rubia me dio de comer excelentísimamente, con un menú riquisísimo, como diría Phenomene. Si a eso le añades la excelsa compañía, la conversación (me encanta hablar con la Rubia, por lo fantástica que es , y lo al día que está), y una peli antigua de las buenas (La última vez que vi París, con la bellísima Liz Taylor, y esa ropa fantabulosa que se llevaba en la época), pues el éxito está asegurado. Y encima va y me regala los zapatos... casualidades de la vida, ella y una de mis tías los vieron hace un par de semanas, y decidieron no comprarlos por el tacón...

Fue un día completo en todos los sentidos. A mediodía me llamó Carmensita para quedar para el cine más tarde. Nos fuimos a ver las Hermanas Bolena a última hora de la tarde. Basada en la novela de Philippa Gregory (cosa de la que no tenía ni la menor de las ideas). Se trata de una historia lleno de sensualidad - que no sexualidad, que está muy a la orden del día y parece ser la única herramienta recurrente para algunos a la hora de contar una historia - , intriga, romance y traición que transcurre ante el telón de fondo de un momento crucial de la historia que Canal Plus se ha encargado de recrear en los últimos meses de la mano de Los Tudor (versión ésta mucho más completa, y lo que ya digo, mucho más sexual). En este caso, al contrario que en su prima televisiva, son el padre y el tío de las dos hermanas Bolena, Ana (la guapísima y mi heroína personal, Natalie Portman) y María (Scarlett Johansson, mujercita a la que estoy empezando a odiar mucho no, más), empujados por el ambicioso deseo de mejorar el nivel social y el poder de la familia, convencen a sus hijas para que conquisten el afecto del Rey de Inglaterra (el buenorro de Eric Bana). Las jóvenes dejan atrás su vida en el campo para trasladarse al peligroso y apasionante mundo de la corte. Pero las buenas intenciones de las hermanas al querer ayudar a su familia se convierten pronto en una rivalidad sin cuartel para obtener el amor del Rey. En un principio, gana María, a la que el Rey escoge como amante y con la que tiene un bastardo. Pero Ana es inteligente, astuta, ambiciosa y sin escrúpulos, no teme a nada, y consigue apartar a su hermana y a la legítima esposa del Rey, la reina Catalina de Aragón. Ana no se detendrá hasta ser coronada Reina de Inglaterra. Mientras las hermanas Bolena luchan por los favores del Rey, una por amor, otra por ambición, Inglaterra es presa de luchas internas. A pesar de las dramáticas consecuencias de sus pretensiones, las dos hermanas acaban por apoyarse mutuamente, unidas por su lazo de sangre.

A mí la peli me gustó bastante. Siempre me han encantado las pelícuas de época (por el tema de los vestidos y eso), y ésta no iba a ser menos. Si además cuenta con Natalie Portman, que no es por nada, pero es una actriz como la copa de un pino, pues mucho mejor. Es increíble como no siendo la estricta protagonista, logra eclipsar a cualquiera que con ella comparta pantalla. Que se jorobe la Señorita Escarlatina, que además de tener un personaje más bien cansino al principio, por lo bobo (aunque mejora considerablemente al final), me cae gordísima, y punto. El argumento es tremendo, o al menos, la ejecución, al fin y al cabo la Historia es la Historia. ¿Cómo puede un padre prostituír así a una hija? a dos, en este caso. ¿Que n te gusta una? no hay problema... ¡¡tengo otra!! no me extraña que a la madre le de un parraque. Menuda familia...

Me encantó el final. Ana Bolena está fabulosa. Y el remate de la historia está bastante bien conseguido. Incluso el director logra que renga respeto por María... cosa fina.

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