Saturday out
Hoy he hecho algo que hacía mucho, pero que mucho tiempo que no hacía...pasar un sábado completo fuera de casa en buena compañía.
Y es que, cuando ha llamado la Señá Leonó esta mañana a mi casa, y a pesar de encontrarme en ese perfecto omento entre el sueño y la vigilia de sábado por la mañana, no he podido evitar saltar de la cama ante la proposición que se me hacía. Gon Law&BA nos iba a acompañar, y estoy segura de que Carmensita, de no haberse encontrado en tierras mejicanas de viaje de fin de carrera, se nos hubiera unido encantada.
Hemos ido al Reina Sofía primero (que yo - no me matéis por lo que estoy a puntito de revelar - aún no conocía, aproximándose mis 25 ya), a comer después. Cafelito en el Starbucks de Serrano, contemplando a la gente pasar (muy al pesar de Gon, que no considera el window observing como un entretenimiento, sino como una forma de prejuzgar... el pobre) y cine a última hora.
Decir que me lo he pasado en grande,a pesar del cansancio, sería quedarse muy corta. Ya lo he dicho un par de veces, pero es que mis Insiders son como una ráfaga de aire fresco, máxime considerando la situación de total dejadez en la que se encuentra el núcleo duro últimamente, del que apenas quedan los cimientos... pero ese es tema para otro día. Niños, ¿qué haría yo sin vosotros, mis pequeñuelos? gracias por un día estupendo, de cultura, diversión y buen tiempo.
Por cierto que hemos visto La Guerra de Charlie Wilson, y me ha gustado. Final cacoso, como reza ella misma en una frase lapidaria del final: "Curioso, como al final siempre la cagamos" (refiriéndose a los americanos). Me cuesta imaginarme que sea una historia real, si bien es cierto que Estados Unidos es el país de las sorpresas, y de la historias inverosímiles. Julia Roberts - increíble pero cierto - no sale demasiado favorecida. Largo tiempo hace ya de esa mítica escena en la bañera de Pretty Woman, y los años no pasan en balde.
El caso es que la peli es entretenida, para pasar el rato, y desde luego no te hace lamentarte el gasto en el cine. ¿Recomendable? sin duda. Es reconfortante poder echarse unas risas a costa de la política, sobre todo en estos tiempos de campaña que corren por aquestos lares.
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Y es que, cuando ha llamado la Señá Leonó esta mañana a mi casa, y a pesar de encontrarme en ese perfecto omento entre el sueño y la vigilia de sábado por la mañana, no he podido evitar saltar de la cama ante la proposición que se me hacía. Gon Law&BA nos iba a acompañar, y estoy segura de que Carmensita, de no haberse encontrado en tierras mejicanas de viaje de fin de carrera, se nos hubiera unido encantada.
Hemos ido al Reina Sofía primero (que yo - no me matéis por lo que estoy a puntito de revelar - aún no conocía, aproximándose mis 25 ya), a comer después. Cafelito en el Starbucks de Serrano, contemplando a la gente pasar (muy al pesar de Gon, que no considera el window observing como un entretenimiento, sino como una forma de prejuzgar... el pobre) y cine a última hora.
Decir que me lo he pasado en grande,a pesar del cansancio, sería quedarse muy corta. Ya lo he dicho un par de veces, pero es que mis Insiders son como una ráfaga de aire fresco, máxime considerando la situación de total dejadez en la que se encuentra el núcleo duro últimamente, del que apenas quedan los cimientos... pero ese es tema para otro día. Niños, ¿qué haría yo sin vosotros, mis pequeñuelos? gracias por un día estupendo, de cultura, diversión y buen tiempo.
Por cierto que hemos visto La Guerra de Charlie Wilson, y me ha gustado. Final cacoso, como reza ella misma en una frase lapidaria del final: "Curioso, como al final siempre la cagamos" (refiriéndose a los americanos). Me cuesta imaginarme que sea una historia real, si bien es cierto que Estados Unidos es el país de las sorpresas, y de la historias inverosímiles. Julia Roberts - increíble pero cierto - no sale demasiado favorecida. Largo tiempo hace ya de esa mítica escena en la bañera de Pretty Woman, y los años no pasan en balde.
El caso es que la peli es entretenida, para pasar el rato, y desde luego no te hace lamentarte el gasto en el cine. ¿Recomendable? sin duda. Es reconfortante poder echarse unas risas a costa de la política, sobre todo en estos tiempos de campaña que corren por aquestos lares.
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