¡Pues hola a todos! (o hello everybody, en versión internacional).
Thank you very much to my friend Janice, who surprised me with a lovely letter and a superfunny card for my birthday.
Esta tarde tengo concierto de Julieta Venegas, que PPerra ha tenido a bien regalarme las entradas por mi cumpleaños. Muchas gracias, mona, es un regalo estupendo. Toca alegría y mover el esqueleto sin parar, que eso libera cuerpo y mente y a nosotras, mujeres trabajadoras, nos viene que ni pintado.
“Eres para mí, me lo ha dicho el viento, eres para mí… lalalalaláaaa”
Esta mañana, pues más trabajito de corrección, poco, para qué vamos a engañarnos, que contactar con los responsables de compras de diferentes librerías no es moco de pavo.
Además, estoy entroncando con la Andalucilla, alias mi compañera de trabajo, con la que ya he intercambiado números de teléfono. Con eso de que cambiamos nuestra media hora de café por visitas exprés a los diferentes comercios de la zona… pues como que vamos congeniando. Es una chica muy maja, delgada como un palillo (dudo que pasara los controles de Cibeles de masa corporal) pero sana, rubia y, bueno, typical andalusía, para qué nos vamos a engañar. A ésta, que la falta un poco de marcha de urbe, la tengo que juntar yo con Phenomene, que en un periquete me la pone en órbita y me la espabila.
Por cierto, no se me olvide. Ayer me probé mi excelso vestido (¡Por fin!) y, definitivamente, tiene que ser mío. Por desgracia, la incompatibilidad de horarios entre el establecimiento y la que suscribe, ha hecho que mi talla se esfume como el humo que da color al vestido, pero ya me han dicho que el sábado reciben, y en color chocolate nada menos… ¿qué más se puede pedir? Voy a hacer cola a la entrada de la tienda para no quedarme sin él, que para colmo he descubierto que es más barato que mi presupuesto inicial… “Me siento muy feliz, feliz muy feliz….”
Ayer, mi querido padrino, me invitó a comer en un restaurante fabuloso que es del hijo de unos amigos y que, de noche y a la luz de la luna, tengo entendido que se convierte en Pivon Planet con música chill out y cocktails estupendos. Vamos, un sitio que en estos momentos es lo más más de lo muy muy lleno de niños bien de esos que da gusto ver. Por lo visto los hijos de la Abascal pasean sus palmitos por allí con que… vamos, que ya sé dónde voy a estrenar mis nuevos trapitos... Girls, it's time to fish!!!
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un saludo de Tomatita.