Exams, brief vacation...

Hello a todos de nuevo, perdonarme la ausencia, una vez más. No penséis que he estado de fiesta o celebración, es que el maldito internet se nos ha vuelto a estropear en Holger y, maldita sea la gracia, suelen arreglarlo siempre en todos los pisos menos en el mío, lo que me imposibilita el narraros mis cada vez menos (cómo se nota la cercanía de mi marcha) apasionantes aventurillas danesas.

Lo primero, los exámenes. Primer examen con libro que hago y tiene que ser en tierras extranjeras. ¡¡olé!! sin problemas, empero. Aunque un poco nerviosa por mi nivel de lectura del libro antes del examen, bastante pobre. El viernes, empecé leyendo el libro, subrayando y respondiendo a las preguntas del capítulo. 5 temas más tarde, allá por el sábado, subrayados los menos y preguntas ninguna. Para el capítulo 13, dije ¿¡Y qué más da!? y culminé mis lecturas con 5 capítulos aún por delante...

Total, que marché para el examen temprano el lunes. Resulta que mi examen era en un edificio que aún no había pisado de la universidad, un poco más distante de casa que los otros, así que me fui para allá mapa en mano. Estudiando este mapa en el metro, concluí que el hecho de que el edificio estuviera dividido en 2 y cada parte fuera de un color (azul o rosa) era una cuestión meramente práctica, es decir, una tolontería para que nos orientáramos estando allí, pues el edificio en cuestión es plenamente simétrico. Y héte aquí que cuando entro, me encuentro con que de cuestiones prácticas nada, ¡¡¡realidades palpables, ni más ni menos!!! aquí os he dejado las fotos para que veáis que no os engaño... una cosa tremenda. Yo no sé si me asustó más la realidad de que la diferencia de colores existiera, o los colores en sí, que era de un brillo inusitadamente agobiante. Si me hubiera tocado el lado rosa no sé qué hubiera pasado...

Pero bueno, que empezamos el examen. En una aula de ordenadores, encima. Después de todo, podíamos usar internet para contestar (y menos mal, porque wordreference y alguna que otra mágica aparición me salvaron un par de preguntas). En principio, tenía pensado entregar el examen a mano, así que me dieron un taco de papeles autocopiables para contestar. Sí, autocopiables. El tema es el siguiente... hay que entregar tres copias del examen por si se pierda alguna, así que, también te encuentras encima de tu mesa tres lindos sobres (amarillo, blanco y rosa) para que rellenes con tu examen una vez hayas acabado. Como iba un tanto lenta escribiéndolo todo, al final opté por hacerlo en ordenador... jope, no es mi estilo para nada, odio (y ahora que lo he hecho, lo sé) entregar exámenes en ordenador, porque ya sabemos lo que pasa con la informática cuando de veras la necesitas... pero bueno, lo conseguí, y terminé mi examen, y lo entregué en sus sobrecitos... ¡¡y me marché a casa!!

El lunes, además, era el 30 sí cumpleaños de Simon, uno de los chicos israelitas de mi resi, así que le teníamos una fiesta prearada (con Apfel Strudel, no os vayáis a pensar que escatimamos) con velitas, con música, con mogollón de comida rica, rica... e incluso con regalos. El chico se emocionó de la sorpresa, y marchó muy contento a la cama después... como siempre que aquí organizamos algo, pues lo pasamos divinamente. Incluso Min y Jaclyn, que habían venido a terminar el trabajo de Global Marketing, quedaron sorprendidas ante la camaradería aquí reinante... ¿y qué esperaban? jajajajaja Holger Rocks!!!

Hoy ha sido un día más relajadito. Como nada tenía que hacer ya, me fui con mi propio mecanismo de compras, y me regalé unos pendientes preciosos y una bufandilla de Vero Moda (una tienda que DEFINITIVAMENTE tienen que traerse a España) FABULOSA que hoy mañana, si seguimos con el fresco, pienso estrenar.

Ciao!!!

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