Supergroups...
Como habéis podido observar, he estado ausente durante casi una semana entera. Existen dos razones por la que esto ha sido así. La primera, que vivo en la enfermedad, severa, además. Llevo así desde el sábado pasado y, desde entonces, no es que haya mejorado demasiado… es más, estoy tan afónica que se me oye a duras penas.
La segunda es mucho, pero que mucho más interesante. ¿Recordáis que so dije que tenía un proyecto en el aire? Pues finalmente se materializó: he estado formando parte de un Supergroup de creatividad. El lunes, tras la llamada el viernes de una empresa de estudios de mercado, tuve que ir a hacer un test de creatividad. Las pruebas, más bien absurdas, parece ser que iban a calificarme como posible procreativa. Tuve que pintar 30 dibujos a partir de rayas paralelas, inventarme historias absurdas sobre dos imágenes, diseñar posibles usos alternativos para las cajas de cartón y rellenar un de esos horribles tests de personalidad con 2 opciones. Sencillamente, pensé que no me cojerían, así que cuando me llamaron el martes por la tarde mientras tomaba café en Fuencarral con Belle, Repili, Phenomene y The Mexican (que por cierto, fue una juerga tremenda y que provocó el asombro de todos los demás clientes de los locales de por allí – entre ellos Fran Perea y su no novia y Nacho Cano - ), no podía creérmelo.
Aquello fue el pistoletazo de salida. El miércoles por la mañana debía presentarme en un local determinado para comenzar el experimento. Allí estábamos reunidos una veintena de personas de lo más variopinta: estudiantes de bellas artes, diseñadores gráficos, informáticos, una secretaria de dirección, yo misma… aunque nadie sabíamos muy bien a qué íbamos allí. Pero pronto empezó todo. Durante el día, una pareja de animadores iba a ayudarnos a todos a crear ideas de las maneras más originales para después seleccionar a 8 de nosotros para el estudio real. Jugamos a las sillas, hicimos brainstormings, creamos conceptos… todo ello sirviéndonos de innumerables técnicas la mar de divertidas que creaban un genial caldo de cultivo para la creatividad. Nos dieron incluso de comer (y muy bien, por cierto, incluso conocimos a Amenábar). A pesar de que estuvimos allí de 10 y media a 7 de la tarde se nos pasó a todos súper rápido y lo pasamos fenomenal. Como ya he dicho, al final me seleccionaron, lo cual me llenó de alegría porque iban a pagarnos 150€ diarios…
Al día siguiente, más de lo mismo, esta vez con el cliente. Esto provocó situaciones muy divertidas. Resulta que los clientes venían de una importante empresa de carburantes de origen británico, con lo que no hablaban ni papa de español, así pues, tenían un par de traductoras que les iban diciendo sobre la marcha lo que nosotros íbamos diciendo. El ambiente era tan bueno, que acabaron por integrarse y participar con nosotros, olvidándose de que ellos eran los clientes… ya os digo que fue genial.
Pero, ¿qué es un supergroup? Un supergroup es un grupo amplio de variadas personas que se utiliza para buscar nuevas ideas. Lo que se pretende es crear un caldo de cultivo para que se desarrolle el pensamiento lateral (el que no sigue las normas del raciocinio, sino la libre asociación) y fluya la creatividad: luvias de ideas, collages, juegos de todo tipo.... Sólo hay tres normas: no matar las ideas (es decir, todo vale, pues ello puede dar lugar a más ideas geniales), el respeto a los demás (no está permitido criticar ideas, por muy locas que parezcan) y escuchar, pues lo que diga uno puede servir a los demás para arrancar.
Si digo que la experiencia es para vivirla, me quedo corta, sin duda. Creo que es de las veces en que mejor me lo he pasado en esta vida. Además, y dado que yo soy una marketiniana en potencia, aprendí cantidad (entre otras cosas, a escribir conceptos, que es la mar de complicado). Fue tremendo en todos los aspectos. Participé muchísimo (y eso teniendo en cuenta que estaba afónica y casi no podía hablar) y fue genial darme cuenta de lo creativa que soy, quiero decir, que jamás hubiera imaginado ser capaz de sacar tantas ideas de mi cabeza…
De todas formas, creo que a ello contribuyó el buen ambiente reinante. Los animadores fueron agradabilísimos y fantásticos con nosotros, y los grupies en general eran todos mogollón de buena gente… yo era la más pequeña, para colmo, lo que provocó qur por allí todos me llamaran “Chiqui” cada vez que tenían que hablar conmigo… creo que viendo las fotos os hacéis una idea de lo que os digo.
Pero también nos dieron alguna sorpresa. Por las tardes, después de comer, nos organizaron un par de cosas curiosas y divertidas para despertarnos y recobrar energías. El primer día, trajeron a un grupo de percusionistas batukeros. Con ellos y armados de instrumentos de percusión de todo tipo, amargamos la siesta a todos los que viven en Plaza de España (que es donde estábamos)… fue divertidísimo. Saqué varias fotos, pero el móvil no me deja mandarlas a ninguna parte porque son demasiado grandes… El segundo día, trajeron a un grupo de Capoira. El negro que capitaneaba el grupo montó un espectáculo en tanga étnico con fuego y baile que fue tremendo… luego nos sacó al parque para enseñarnos a cantar en portugués y a prender a bailar capoira… la leche, os lo juro.
Como os digo, lo pasé fenomenal. Fue un éxito tal, que han dicho que cuando vuelven a organizar otro, volverán a avisarnos. Somos, ¿cómo explicarlo? Una especie de grupo de creativos al servicio de las empresas… no sabéis lo impresionante que es que des una idea descabellada y ver al cliente apuntándola como loco y diciéndole que le ha encantado… de verdad, os digo que jamás hubiera imaginado pasármelo tan requetebién…
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