Dos en uno...
Ayer empecé “oficialmente” la temporada de exámenes y… ¡qué día! No había dormido casi nada la noche anterior y entre eso y el estrés, pues tenía un humor de perros… no había quien me aguantara.
Me encontré al profesor con quien tenía el examen (Monsieur Richelieu) y, la verdad, no estuve lista. Podía haberle sonsacado las preguntas en el vagón y haberles dado un vistazo de última hora, que no me hubiera sentado nada mal, pero bueno… el cansancio me nubló la visión emprendedora, y ahí quedó el asunto, en la nada.
Total, que a las 8 y sin bizcocho empezó el suplicio… y aunque no me fue mal con los sistemas de información y gestión, tampoco me fue excesivamente bien, así que espero con presteza a que mi buena nota practica catapulte mi nota un poco más allá del aprobado… por cierto, que gracias a Larita Croft por intentar dejarme ver el dichoso cuadro. Lo siento, pero mi deficiencia visual en el enfoque de figuras lejanas es un handicap…
Una vez terminado el asunto, decidí, para despejarme un poco y en vistas al examen de por la tarde, volverme a casa andando. Aunque llegué cansada, el frío y el paseo me hicieron bien, aunque mi humor seguía así asá. Así que, llegué a casa, comí, y volví camino de la universidad. Por los pelos, he de añadir, porque, irónicamente, me quedé casi dormida después del café en el sofá… menos mal que lo había dejado todo preparado y cuando oí el busete bajé como las balas… si no, el estrés hubiera podido conmigo.
El examen de fiscal (tercera convocatoria) no demasiado mal. El Hombre Feliz tuvo a bien sentarme debajo de sus narices en el aula del examen y hacer algún chascarrillo conmigo, incluido vía micrófono del aula (no further comments). El test… ¿quién sabe? Las preguntas teóricas: una excelente y dos regulín/bien, la liquidación de los impuestos: el IS mejor que el IVA, que no llegué a acabar. Conclusión: mejor que las otras veces… por favor, por favor, NECESITO aprobar esta vez.
Total, que llegué a casa que no era persona, del cansancio… qué espanto, no recomiendo a nadie el simultanear exámenes, de verdad que no, es una cosa muy malsana.
Pues nada. Espero que a vosotros también os vayan “bien” las cosas, y que llevéis con orgullo y honor (y lo mejor que podáis) el periodo de exámenes… ya queda menos.
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