Un día más

Hay que ver, hay que ver… ¡qué rápido se acostumbra uno a los puentes! Pero como todo lo bueno en esta vida… se acaban, y es una pena.

Siento no haberos escrito ayer, pero entre que por la mañana marché a la biblioteca a intentar ponerme al día con algunas asignaturas y que por la tarde mi hermano tenía el monopolio del ordenador, la cosa se me puso complicada. Además, lamentablemente no acontecen en mi vida cada día acontecimientos dignos de mención, y ayer fue uno de ellos, así que descuidad, no os perdisteis gran cosa.

Aprovecho éste, mi blog, para mandarle un mensaje a Pantène, que por circunstancias de la vida no nos hemos visto en nuestras pellitas de D. Comercial y me he quedado con las ganas de decirle algo: ¿Dónde está el chocolate? La muy pilla se ha marchado estos días a Bruselas, cuna del chocolate, y tengo entendido que algo ha traído… al menos eso parecía, a la vista del paquete naranja que me ha enseñado clandestinamente en la soporífera clase de SIG (por Dios… ¡qué suplicio!)

Veamos, qué más… he tomado un aperitivo la mar de agradable con Belle y la PPerra (que anda con complicaciones en el tema amoroso, aunque no demasiadas, jajajaja), a quien su apodo po aquestos lares le ha encantado, de lo cual me alegro, aunque también es verdad que no se lo iba a cambiar… jajajajaja. Hemos hecho del Republic (ver primeros blogs de agosto) nuestra sede social del aperitivo de los jueves, y allí debatimos sobre lo divino y lo humano, aunque también de frivolidades, que para eso somos jóvenes…

Por cierto, dadas las inclinaciones politiqueras de la PPerra, que es el brazo más radical del PP a su manera, el tema del Estatuto de Cataluña ha salido a relucir, algo que, por otro lado y aunque no hubiera estado la PPerra, hubiera salido igual. Huelga decir que estoy totalmente en contra. No voy a entrar en discusiones políticas porque, además de no gustarme demasiado, éste no es lugar más indicado, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de dejar constancia de mi opinión; como Rajoy dijo ayer, ¿cómo es posible que mientras la tendencia global sea a la unificación y a la creación de entidades supranacionales aquí salgamos con estas cosas? O sea, que porque a los catalanes se las haya puesto en la punta de la nariz que son una nación, el resto de España tenemos que bailarles el agua… ¡¿pero qué se han creído?! Me parece increíble que el PSOE se esté realmente planteando su aprobación… si es un proyecto que amenaza la unidad de España… es tremendamente escandaloso.

Yo por el momento ya lo adelanto: en mi casa, boicot al producto catalán… que se preparen

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
jejeje! el chocolate me lo he comido yo todo...no, es broma, te he estado buscando x ordenadores xo no estabas. Bueno, no te preocupes q te he guardado unos bomboncillos



Pantène

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