Tranquilo viernes de series...
El martes planteé a mi boss esos planes que me rondan la cabeza. Pobriño… se asustó porque no había entendido bien el plan, pensaba que me marchaba forever an ever… y parecía realmente afectado. Menos mal que me apresuré a contarle realmente cómo iba el tema, y además de tranquilizarse, me dio bandera verde para que haga lo que quiera, es más, incluso me animó. Lo único es que prefería platearlo a nuestras altas esferas, para poder darme un ok definitivo. Así que me toca esperar.
De todas formas, y porque yo soy así, y porque tuve una de esas certezas que de vez en cuando me dan, el mismo martes empecé con las gestiones. También llamé a Carmensita, cómplice de la locura, para darle la buena nueva, y mientras comprábamos el regalo de la Andaluza, que cumple el lunes, pensábamos en la cantidad de pros que tiene nuestro plan. Va a ser increíble.
Esta tarde, me toca viernes Fox. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que tengo a la familia en tierras marbellíes, una servidora se está acomodando en el sofá para, en caso de que no llegue la bendita siesta, pegarse un empacho monumental de series americanas, una detrás de otra, en versión original. Veréis qué risa… no pienso levantarme más que para irme a la cama a una hora prudente…
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