Como un melocotón...
Pues nada… yo sigo madurando, como las frutitas . La única diferencia entre una servidora y las cerezas, por ejemplo, o los melocotones, que me gustan más, es que a mí no me da el sol en el proceso, sino que más bien ando escondida entre todos los papeles, bolígrafos, lapiceros y las pilas de apuntes. Lo demás, igual: riego y fertilizantes, y poco más. Jodía Reválida… Esta mañana he vuelto a ser productiva. Aunque en vez de a las 8 como tenía pensado, he acabado por levantarme a las 9 porque, ¡leches! Me ha costado un potosí empezar el día ( pero no te preocupes Nat que la culpa no es tuya… ¿y lo que nos reímos ayer las 2?, y el comentario tan bonito que hiciste en el blog... un millón de gracias, me hizo mucha ilu ) El problema está en que yo no solía ser así… sonaba el despertador y ¡¡arriba!! Como las balas. Ahora eso ya no sucede… se me pegan las sábanas y, hasta que no me tomo el primer café, no soy persona… ¡Ay! lo que yo daría por esa enegía ahora, jajajajaja... Esta