#ChezAgnesWritings: Baila como si nadie estuviera mirando
Cada tarde, al salir del trabajo cuando me vuelvo andando a casa, o cuando disfruto de ratos libres en los que me voy a andar, me pongo mis cascos y dejo que la música me envuelva. Es mi momento de desconexión, mi pequeño escape del mundo. Voy tan metida en la música que apenas me doy cuenta de lo que pasa a mi alrededor, más allá de disfrutar del paisaje… precisamente por eso (entre otras cosas), la música es tan importante para mí, y cuido con esmero las canciones que entran en mis listas de reproducción, que actualizo y ordenado casi de forma semanal. Si me seguís en mis posts de los 5 Sentidos, seguro que habéis escuchado algunas de mis últimas incorporaciones, pues la música forma parte en el sentido del Oído de cada uno de mis repasos semanales.
Leía una vez en los posts de Instagram de @mdmiele_ de Clásicos uno con el que me sentí totalmente identificada (además de ése que dice que reseteas las canciones porque crees que no las estás disfrutado lo suficiente): “Sentirte en un videoclip cuando vas con los auriculares por la calle”. Sí, yo soy esa persona que canta y baila por la calle y se olvida cuando lleva los cascos puestos. No me juzguéis. Bailad conmigo.
A veces, la gente me mira con curiosidad, otras con una sonrisa cómplice. Pero no me importa. La música tiene ese poder mágico de transformar cualquier lugar en una pista de baile, y yo no puedo resistirme. Me encanta sentir el ritmo en mis pies, moverme al compás de mis canciones favoritas y dejarme llevar por la melodía. Tampoco penséis que me marco bailes à la Beyoncé, pero sí que podréis verme en un semáforo moviendo la cabeza, pies y manos de manera más o menos discreta (depende de lo que esté sonando) al ritmo de algo que yo sola escucho. No me importa que me miren… he aprendido que la vida es demasiado corta para no disfrutarla al máximo. Así que, si alguna vez me ves bailando y cantando por la calle, únete a mí. No importa si no conoces la canción o si no tienes el mejor sentido del ritmo. Lo importante es dejarse llevar y disfrutar del momento. Siempre pienso en esas escenas en las que los residentes de Anatomía de Grey bailaban como poseídos para liberar el estrés… puede que no les ayudara en el largo plazo, pero si era una catarsis fantástica (o eso quiero pensar).
Así que, la próxima vez que escuches tu canción favorita, no te reprimas. Deja que la música te guíe, canta a todo pulmón y baila como si nadie estuviera mirando. Porque, al final del día, lo que realmente importa es ser feliz y compartir esa felicidad con los demás.
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