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Mostrando entradas de septiembre, 2008

Oh! the sweet Gin moments in life...

Hello my dear gossipers. Gossip Girl here! There's nothing better than a nice Thursday party to keep the spirit on for the long, boring working Friday, right? Especially when alcohol and co-workers are involved. Don't worry, I was there and I'm just about to tell you all the little dirty details of such a gorgeous night. What would you do without me? Yesterday night, a celebration finally got place. After 3 weeks of waiting and trying to organize something between the two, A . and Whiskey O. finally managed to set a date to invite their co-workers to a drink. Or two. Or three . At the beginning, everything was apparently normal. even their boss turned up. But A. was due to party hard ( again) and quickly started giving out drink flyers to everyone that turned up and, once D. and R. showed up, accompanying both of them every time they wanted a drink. "I've kind of developed a taste for this stuff," she has been said to admit with a wicked grin nursing a g...

A golpe de taxímetro...

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En general suelo tener bastante suerte con los profesionales del taxi, pero hay veces que no puede ser, y te toca algún pesado de turno como el del otro día. He tenido la suerte de ir en taxi en muchas ciudades diferentes (por aquello de viajar), lo que me da derecho a opinar y, ¿por qué no? Comparar. Los taxistas neoyorkinos son aprovechados de profesión. En temas de propinas les das la mano y te cogen el pie en menos que te lo estoy contando (todavía recuerdo el desvergonzado que quiso quedarse con 20$ de propina, queriendo entender que “take 20” significaba que del billete de 50$ con el que quería pagar 16$ debía cogerse 364 porque él lo valía). Además, y cuando el tráfico lo permite, parecen llevar el pie pegado al acelerador con cinta aislante… porque madre mía. Tengo muy vivo todavía en la memoria aquel viaje que hice en mi primera noche en NY el verano de 2007. Después de un eterno viaje en el que mi vuelo se había retrasado (perdiendo la conexión con el de Londres-NY), mi male...

El gato de Cheshire

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Nos encontramos a medio camino entre tu mundo y el mío. Sorpresa inesperada. Golpe de calor. Podría vivir sin ti, y sin embargo no quiero. Mi gato de Cheshire, tu sonrisa me ha devuelto la confianza. Tu picardía, las ganas. Las ganas de escribir, de soñar, de probar cosas nuevas. De vivir. De estrellarme habiéndolo intentado. Sin quererlo, sin darte cuenta, me diste la llave para comprender el problema. Como el Gato de Cheshire enseñó a Alicia que su forma de pensar es a la vez problema y solución, tú me recordaste que no debo perder el enfoque: S i no tengo claro a dónde ir, da igual el camino escogido y se hacen inútiles las prisas . Ahora recuerdo el camino. No tiene baldosas amarillas, ni lo guía un conejo agobiado por el azote del tiempo. No me acompañas de la mano, pero espero que siga ahí tu presencia invisible, de amistad forjada en la que considero una conexión inesperada y curiosa. ¿Qué dices, minino? " Would you tell me, please, which way I ought to go from here? "...

Alfombras de pino verde

Al doblar la curva, aparecen los pinos. Todavía quedan restos de la tormenta de la otra noche, trabajo sin hacer del viento. Huele a fresco, a bosque, a verde... las agujas de los pinos se arremolinan en pequeñas montañas esquinadas en los escalones. Parecen querer esconderse del viento. Al pisarlas, parece que caminaras sobre una de esas mullidas alfombras de imposibles estampados en las casas antiguas. De pronto, un recuerdo: Los Escoriales. Tardes de juegos bajo la sombra frescas de los pinos. Tardes de recolecta de ricos piñones que vender camino de la piscina. El frío césped bajo los pantalones, las agujas rodeándote. El silencio... Mis pasos sobre el asfalto me devuelven de mi ensueño. Como al ir caminando descalza, notas el frío al salir de la alfombra. .

Granizada en Madrid...

Anoche me desperté sobresaltada por el ruido... pareciera que llovieran piedras. Y algo parecido pasaba, pues una tormenta de granizo más que impresionante azotaba la ciudad de Madrid. En mis 25 años de vida, jamás había visto cosa semejante...

El caballero oscuro

He ido con mi padre al cine a ver El Caballero Oscuro, película de la que había recibido interesantes críticas en los últimos tiempos y que, si no me daba prisa, se iba a caer de los carteles sin que yo la viera. Así que allá que nos fuimos a la sesión de las siete… aunque hay que reconocer que no nos quedamos sin tarde de cine de milagro… en Fuencarral estaban acabadas las entradas (18:40hrs) y hubo que salir por patas para llegar a los Príncipe Pío… una eficiente organización hizo que no nos perdiéramos más que los 5 primero minutos de peli. La verdad es que me gustó, pero no como para tirar cohetes. Demasiado larga, para mi gusto… le sobran casi ¾ de hora al largometraje. Consolador es que por todas las filas se escuchaban suspiros de hastío al rondar la última media hora… a veces daban ganas de saltar a la pantalla, hacerse con un arma, y cargarse una misma a los dichosos villanos, que se resistían a morirse de una santa vez. Pero por lo demás, entretenida… como es lo que se espera...

25 Candles...

We all know a birthday is always something to celebrate and the perfect excuse for a party,But when you’re turning 25, said party ought to be BIG . And precisely that is what Agnes must have been thinking about all summer, letting everyone with an ear know there was something going on for her birthday. Now that the day has come… what’s been cooking birthday girl? Since she knew that the surprise party she had been asking for since she turned 20 was obviously never going to happen (tsa tsa, friends should listen more carefully), Agnes decided to surprise herself. So just two days before the event (working life has these little things that make it so interesting, sometimes time just can’t be counted on), she got that pretty green apple agenda of hers out and started tipping e-mails and text message invitations like mad. This girl wanted a celebration and she wanted it bad. After all, one doesn’t turn 25 everyday, right? With everything scheduled and reserved, turns out Agnes is a very go...

Volver, volver... voooolveeer

Se quejan mis más afamados lectores de que apenas paso por aquí a escribir unas líneas… pero es que llevo un par de semanas (o 3), en las que mi tiempo vale oro y apenas me queda para sentarme y poner algo por escrito. Sigo yendo, empero, con un cuaderno metido en el bolso donde cojo notas y escribo a vuelapluma cuando me encuentra la inspiración. Una foto, una conversación oída a medias en el metro… a la vuelta de cualquier esquina las ideas surgen y se atropellan, pero como últimamente voy corriendo de aquí para allá, no me queda otra que apuntarlo al modo clásico: en un papelote. Así que, material hay… sed pacientes que irá surgiendo. .

25 otoños

Una servidora ha cumplido hoy 25 años. Un cuarto de siglo… ahí es ná. Decir que me siento absofuckinglutly fabulous no es, ni por asomo, ser pretenciosa, sino absolutamente sincera. Como le decía a Freak&Proud el otro día por teléfono (¡¡qué ilu tu llamada, chiquillo!!), he venido de China con muchas ganas de vivir, de comerme el mundo, y la mentalidad cambiada. Ya lo venía mucho tiempo anunciando, es hora de que Agnes sea lo primero. En ésas estoy. Ya he empezado a hacer incluso publicidad de la idea: sólo puedo controlar y saber lo que va a hacer una persona, y ésa soy yo… con lo que lo que hagan los demás aunque me afecte, no me preocupa. Me siento bien, y creo que se nota. Muchos han afirmado “25, quién los pillara”, y yo no podría estar más de acuerdo. Twenty something no se tienen todos los días, y pienso exprimirlos al máximo y comerme la vida a bocados. Para empezar, destierro la pereza y la sustituyo por muchas ganas de marcha y juerga… plan que ha sido puesto en marcha de...