Caprichos de una fashionista en ciernes...
Llega el final de mes, y con él mi pasión, mi locura, mi delirio… las revistas de moda. El domingo por la mañana, al comprobar la fecha, me subí al Caprabo de encima de casa para salir 5 minutos más tarde con 5 kg (y es verídico) de revistas apretadas contra el pecho que devoré en la sobremesa con una taza de café en la mano (gracias JR por la taza de Paddington) Me vuelven loca sus fotografías, sus combinaciones imposibles. Su papel satinado me lleva a soñar con fiestas en las grandes capitales y paseos por ciudades desconocidas. Y es que… nunca he pretendido engañar a nadie, en otra vida, con algún centímetro de altura de más (y de menos en otras zonas, jijijiji) y un bolsillo más acomodado, Agnes hubiera sido una fashion victim. Tomo notas de lo que se lleva, sopeso mis posibilidades de poseer un “must have” de la temporada y me frustro abiertamente cuando mi armario al completo parece haber pasado a mejor vida. Y es que, el de la moda es un mundo apasionadamente terrible. Después d...